Pues bien, para poder trabajar la tripa correctamente, lo primero que debes saber es qué tipo de barriga tienes. No es lo mismo querer marcar la tableta en una panza bien recubierta de grasa, o por el contrario, con una musculatura muy poco tonificada y fuerte.
Para cada tipo de barriga hay unas pautas que debes seguir. Lo primero es definir si lo que tienes es que bajar tu índice de grasa corporal, o si tienes que pasar más tiempo en el gimnasio metiéndole caña al abdomen.
Veamos tres consejos para que la tripa no sea un problema este verano.
1.- Si tu tripa parece gelatina
Si notas que tu tripa está blanda y flácida, es más que probable que tengas un exceso de grasa, bien localizada, o bien generalizada. En cualquier caso lo que debes hacer es llevar una alimentación equilibrada y moverte.
Con eso conseguirás tener un déficit calórico que hará que poco a poco esa grasa vaya desapareciendo. Por lo general, este es el problema más común de la mayoría de los mortales.
Olvídate de hacer un Aznar (léase hacer 1.000 abdominales al día), ya que con eso no quemarás la grasa localizada, e incluso puedes sobrecargar la zona, y que afecte a tu espalda.
Lo que tienes que tener claro es que al final del día hayas quemado más calorías que las que has metido para el cuerpo. Cuanto mayor sea la diferencia (sin bajar la ingesta calórica a menos de 1.800 calorías), más rápido empezarás a ver los resultados.
2.- Si tu tripa parece un balón
Seguimos con las similitudes. Pero creo que cualquiera sabe a qué tipo de tripa me refiero. Es una persona más bien delgada, incluso a veces con patas de pollo. Pero si te fijas en su barriga, parece una pelota a punto de reventar.
¿Cómo puede ser que, estando delgado tenga esa tripa? Esta me la sé. Resulta que todos nuestros órganos principales (pulmones, corazón, etc.) están protegidos por el esternón y las costillas (sí, huesos). Sin embargo, parte del estómago, intestinos, vejiga, etc., lo único que lo frena de caerse hacia el frente es la faja abdominal.
Con esto quiero decir que si tienes un abdomen débil y poco tonificado, todas esas vísceras caerán hacia adelante y tu tripa se verá como una pelota.
Para solucionar este problema el principal objetivo es dar tono al abdomen, especialmente al transverso para que todo se coloque donde debe estar. Para mi gusto, el mejor ejercicio es la famosa tabla.
Con este ejercicio estaremos trabajando principalmente el músculo transverso, que se encarga precisamente de retener las vísceras para que no se desplacen hacia el frente (es como si lleváramos una faja de serie). Aún así, no habría que olvidar el resto de ejercicios para no dejar de lado ni el recto, ni los oblicuos.
3.- Si tu tripa parece un flotador
Por normal general, la tripa que se extiende hacia la zona de los riñones suelen darse en deportistas ya retirados, o en personas que retienen líquidos con facilidad.
Para los primeros, basta con retomar el ejercicio y notarán resultados bastante rápido. Sin embargo, para los segundos, además de llevar una vida activa y una buena alimentación, es buena idea que consuman bebidas y alimentos que potencien el movimiento de los líquidos (los famosos diuréticos como las alcachofas, espárragos o piña).
Además, por supuesto de mantenerse bien hidratados (con agua me refiero, que ahora que llega el calor, parece que la gente cambia el agua por la caña, y no la de pescar). Bebe en torno a 2 litros de agua durante el día para que tu cuerpo no tenga la necesidad de retener líquidos.