Hay coincidencia en el mundo de los estudiosos del terreno: las siestas proporcionan una serie de beneficios al ser humano que van desde tener un mejor humor durante el resto del día hasta ganar productividad en el trabajo. Sin embargo, ¿a quién le dejan echarse una siestecita después de comer si está en el trabajo? Efectivamente, a muy pocos.
Necesitas las siestas en tu vida, pero no cualquier siesta. No hablamos de las siestas que te puedas echar después de estar toda la noche de farra, sino de las que debes echarte a diario y, por eso, es importante conocer cuál es la duración que deben tener tus descansos por la tarde.
En este sentido, hay bastante unanimidad en el “sector”: con 30 minutos al día es más que suficiente para “desconectar” tu cerebro de la rutina incesante y hacerlo resetear para lo que resta del día.
¿Por qué necesitas realmente una siesta?
Las horas que los expertos recomiendan dormir cada día están entre las siete y las nueve horas, y, como media, según un estudio de la marca de colchones Flex, los españoles dormimos 7,1 horas diarias, situándonos en el umbral más bajo de lo que recomendado. En Comunidades Autónomas, como Madrid, la media se queda en 6,9 horas y, en Melilla, se produce la media más baja, con 6,6 horas diarias.
En Estados Unidos los datos son aún peores. Un estudio publicado por el Centro de Control de Enfermedades y Prevención afirmaba que más de 40 millones de ciudadanos norteamericanos que tenían trabajo dormían seis o menos horas al día, un dato más que preocupante.
Así las cosas, completar esa falta de horas de sueño con una siesta diaria de media hora es más que recomendable. Si bien no convalida (duermo seis horas por la noche y me echo una siesta de dos horas para que así sean ocho diarias), sí que te permite no sentirte con tanta fatiga a última hora del día.
¿Por qué tan solo media hora de siesta? ¿Y si tengo menos tiempo?
La cifra de los 30 minutos no es baladí. Según un estudio publicado hace ya unos años y que, por el momento, sigue vigente, dormir ese periodo de tiempo durante, al menos, tres veces a la semana, reduce el riesgo de padecer enfermedades de corazón o cáncer.
Los científicos llegaron a esta conclusión después de monitorizar a más de 23.000 griegos que, al principio del estudio, no tenían ningún tipo de problema de salud y, cuando acabó el estudio, seis años y medio después, no habían sufrido ningún tipo de enfermedad relacionada con las mencionadas anteriormente, echándose tres siestas a la semana de 30 minutos.
No obstante, aunque los 30 minutos sea una media estándar, si solo puedes echarte 10 minutos de siesta, 15 o 20, siempre será mejor que no echarte nada.