Las lesiones por culpa de los tacones son cada vez más habituales y graves debido a la tendencia de llevarlos cada vez más finos y con formas más extravagantes que, al final, lo único que provoca no es estilizar la figura, como podría ser su objetivo, sino generar dolores en las articulaciones y la espalda.
Un elegante vestido puede que conjunte a la perfección con unos tacones altos, y no pasa nada por llevarlos una, dos veces… pero desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas alertan de una serie de riesgos que puede conllevar vestir con tacones de manera habitual.
En primer lugar, no todos los pies son iguales, por lo que el calzado que usa cada persona también ha de ser distinto, adaptado a cada pie. Esto es más importante aún si se quiere llevar un calzado con tacones. En ese caso, el tacón debe ser acorde a la fisionomía de cada persona. No por querer estilizar más hay que ser más sufridora.
Otra de las recomendaciones que lanzan desde el Colegio de Fisioterapeutas es preguntarse, antes de hacerse con un calzado de tacón, para qué lo vas a necesitar, qué tipo de tienes y si sufres algún tipo de dolencia en la extremidad inferior o en la espalda.
En caso de que no tengas estos aspectos en cuenta, el uso prolongado de los tacones te pueden provocar lesiones en el pie: en los metatarsos, en el talón o en el primer dedo, provocando fascitis o juanetes. También te puede provocar un acortamiento del gemelo, y alteración de la marcha normal, con posibles patologías en las rodillas, la cadera y la espalda, siempre según el Colegio de Fisioterapeutas.
En este sentido también se pronunciaron en la revista International Journal of Clinical Practice, con la publicación de un estudio realizado a 40 mujeres y en el que determinaron que, al principio, el uso de tacones puede fortalecer la musculatura de los tobillos, pero que un uso prolongado (unos tres años) puede provocar las lesiones descritas anteriormente.
Si no te queda más remedio que tener que usar tacones todos los días, lo que recomiendan los especialistas es cambiar de modelo de tacón cada poco tiempo y, sobre todo, intentar que este no sea demasiado alto, puesto que cuanto más elevado sea, mayor riesgo tendrás de sufrir patologías en el pie derivadas de su uso indebido.