La mayoría de los corredores se inician en el asfalto, pero la ciudad se suele quedar pequeña para aquellos que sienten pasión por el deporte y aspiran a progresar. El trail running es un deporte que consiste en correr por la montaña, y aunque es menos común que los paseos urbanos, su práctica conlleva múltiples beneficios en todos los niveles:
Consume más calorías y quema más grasas
Correr es uno de los deportes con mayor consumo calórico, ya que se activan prácticamente todos los músculos del cuerpo. Sin embargo, siempre y cuando se mantenga un ritmo constante, en una ruta por la montaña se consumen de media más calorías que en un recorrido urbano similar. Asimismo, el porcentaje de grasa que se quema corriendo por la montaña resulta es bastante superior al de una superficie asfaltada. La razón es que un recorrido por el monte se traduce en un peculiar entrenamiento HIT que, en lugar de jugar con las velocidades, utiliza las irregularidades del terreno para crear picos de intensidad.
Fortalece el tren inferior y trabaja también el superior
El trail running no sólo entrena tu resistencia, sino que implica un componente de fuerza importante y no solo en el tren superior, pues la rigurosa técnica corporal que requiere este tipo de carrera ayuda a tonificar sobretodo hombros, pecho, espalda y abdomen.
Debido a las irregulares e inestabilidad del terreno, el trail running implica más variaciones de pisada, por lo que se trabaja un mayor número de músculos en diferentes intensidades. Si además tenemos en cuenta los desniveles, el resultado son unos músculos, ligamentos y tendones más robustos y estables.
Deja de castigar tus rodillas y tobillos: di adiós a la tendinitis
Largos recorridos sobre terreno asfaltado pueden ser la causa de tendinitis en rodillas y tobillos, pues al ser una superficie muy dura, el impacto de la pisada se nos devuelve casi completamente. Si además de asfaltado, el terreno es inclinado, la pisada se ve afectada dando pie a lesiones más graves.
El césped, por el contrario, es un gran amortiguador, por lo que las rodillas y los tobillos apenas sufren. Sin embargo, si abusamos de esta superficie corremos el riesgo de sobrecargar la musculatura. La tierra es un punto intermedio, ya que no genera un impacto agresivo en las articulaciones ni sobrecarga la musculatura; asimismo, sobre esta superficie los músculos de la pantorrilla y los tobillos trabajan en profundidad, pues son los responsables de mantener el balance.
Beneficios cognitivos: mejora tu concentración
Correr sobre una superficie montañosa requiere mucha capacidad de concentración, pues es necesario estar muy atento al terreno irregular mientras practicamos ejercicio, así como seguir las rutas programadas para evitar desorientarse.
Este factor tiene múltiples beneficies a nivel cognitivo: la coordinación y propiocepción del cuerpo aumenta considerablemente y nos hace capaces de mantener la atención de manera prolongada y enfocarla de forma óptima. Asimismo, el trail runing ejercita la memoria a corto y largo plazo y favorece una mejora en la orientación espacial.
La calidad del aire importa, y mucho
Es un factor que, por lo general, suele pasar desapercibido. Cuando realizamos ejercicio al aire libre la cantidad de aire que inhalamos es mayor, por lo que, si el ambiente presenta contaminación, corremos el riesgo de que diversas sustancias tóxicas perjudiquen a nuestro aparato respiratorio. Este hecho se traduce en un aumento de prevalencia de asma y, en casos extremos, un incremento de las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular, tales como una angina de pecho o un infarto agudo de miocardio.
La principal fuente de contaminación del aire de las ciudades proviene del tráfico rodado; si nos alejamos de las carreteras y practicamos ejercicio en terrenos relativamente alejados de la ciudad, no exponemos nuestros aparatos respiratorios a gases contaminantes.
Beneficios psicológicos, el plato principal
Varios estudios realizados sobre la práctica de ejercicio en el entorno natural, como el elaborado por el psicólogo Eric Brymer en la Universidad Metropolitana de Manchester, señalan que "el simple placer del contacto la naturaleza reduce el riesgo de experimentar desequilibrios psicológicos y emocionales".
A su vez, el trail runnig reduce la tensión, la confusión, la ansiedad y la depresión, proporciona disfrute y satisfacción e incrementa la vitalidad y la energía. Por supuesto, correr sobre asfalto también reporta múltiples beneficios psicológicos, pero ninguno comparable al resultado de la desconexión que provoca el contacto con el medio natural.
Como puedes comprobar, cambiar la ciudad por el monte supone más pros que contras. Los beneficios de trail running superan con creces a los de las carreras sobre asfalto. Sin embargo, la montaña también conlleva riesgos y, por ello, antes de iniciarse en este saludable deporte, es preciso ir bien equipado y consciente de los peligros que entrañan las rutas naturales.