Los ‘falsos delgados’ son aproximadamente el 20% de la población, y se trata de aquellas personas que aun dando unos índices de masa corporal (IMC) adecuados en función de su peso y su estatura tienen problemas de salud relacionados con el sobrepeso.
Durante mucho tiempo se ha venido estudiando cómo poder detectar a estas personas, puesto que aunque ellas se sientan saludables, realmente podrían estar padeciendo trastornos de salud como lo haría una persona de las del 40% con sobrepeso.
Investigadores de la Unidad Nutrigenómica y Obesidad de la Universidad de las Illes Balears llevaban años buscando una pista que permitiera detectar de manera temprana a este grupo de personas con la intención de revertir los problemas de salud que pudieran llegar a tener.
Y parece que han dado con ello. Estas personas podrían tener una “disposición anómala de grasa en el hígado”, pero el problema viene cuando esto no queda reflejado en un análisis de sangre mediante el colesterol y los triglicéridos, que podrían dar la señal de alarma y comenzar un tratamiento, pero no sucede así.
Para dar con este hígado graso “camuflado”, lo más recomendable es hacer lo que ha venido haciendo hasta ahora: una ecografía de hígado en la que el especialista ponga especial énfasis en averiguar si es un hígado graso o no. También se pueden llevar a cabo pruebas como resonancias magnéticas o una tomografía computerizada.
No obstante, no conviene ser alarmista. Únicamente si eres una persona que no realiza demasiada actividad física, que está con barriga, o que te mantienes en un peso equilibrado solo haciendo dieta, pudiera haber alguna sospecha de padecer este trastorno.
Lo mejor, como siempre, acudir a un especialista en cuanto se tenga la menor duda al respecto, y seguir esperando las investigaciones científicas que aporten algo más de claridad al dilema de los ‘falsos delgados’.