Elegancia, energía, porte y fuerza son algunos de los calificativos que adornan el amplio mundo del flamenco. Música y danza, su cultura y su historia están vinculadas a España, aunque son muchos los países que se han rendido ante su magia.
Bailar flamenco a cualquier nivel es, además, una opción perfecta para aquellos que quieran explorar su personalidad bailando, a la vez que trabajan la totalidad de su cuerpo, mejoran su coordinación, su postura y su autoestima. Estas son algunas de las ventajas de aprender a bailar flamenco.
Variedad
Una de las ventajas de aprender a bailar flamenco es la gran cantidad de opciones que nos ofrece. En función de nuestros objetivos, o nuestra personalidad, podremos optar por distintos palos que van desde unos tanguillos, a las socorridas sevillanas, pasando por la imponente soleá, las alegrías, unos fandangos o una seguirilla. Se trata de palos distintos que nos ayudarán a conocer la música, los compases, los ritmos y a expresar con nuestro cuerpo los sentimientos y emociones afines a cada uno.
Brazos y piernas tonificados
Bailar flamenco es un ejercicio completo porque nos obliga a trabajar todas las partes del cuerpo. Las piernas tienen un papel muy importante, en todo lo que sea zapateado, pero tanto el torso como los brazos, incluso las manos, coordinan sus movimientos con los de las piernas. Es un ejercicio muy aeróbico que nos permitirá quemar calorías, tonificar y perder peso, si lo practicamos con frecuencia. Está comprobado su beneficio en el sistema cardiovascular y en el circulatorio.
Mejora tu autoestima
El flamenco nos obliga a conectarnos con nosotros mismos, pues tendremos que aprender a proyectar ciertas emociones con nuestro baile. Eso provoca que nos conozcamos mejor, que aumentemos nuestra confianza y autoestima y nos sintamos más seguros de nosotros mismos. Aprender a sentir e interpretar la música con nuestro cuerpo es otro de sus grandes secretos.
Equilibrio y agilidad
La actitud es una parte muy importante a la hora de bailar flamenco. Se habla del duende, del porte y de la fuerza de los bailaores, pero se trata en gran parte de una cuestión de actitud y postura. El flamenco nos provee de mayor agilidad, estabilidad, equilibrio, mejora la postura y corrige la espalda. Mentalmente agiliza nuestro cerebro gracias a la gran cantidad de pasos y ritmos diferentes y nos ayuda a trabajar la memoria.
Diferentes dificultades
Para niveles medios y avanzados, el baile se puede complicar y adornar con castañuelas, abanicos, mantones o bastones, lo que implica una preparación física grande, un calentamiento del cuerpo donde se trabaja tren superior e inferior, articulaciones, pies, muñecas y manos.
Con los profesores y la metodología adecuadas, el flamenco es una actividad que nos aportará beneficios, físicos, psíquicos y emocionales.