Almería. Agosto de 2014. El que escribe, consciente de la mayor comodidad y ligereza del tejido tecnológico que te mantiene seco frente al de algodón, comenzó a trabajar con la hipótesis de que las camisetas técnicas de marca blanca, a 6 euros la pieza, tienen las mismas propiedades que las de 30 euros o más por unidad, incluso se podría decir que diseños más o menos igual de bonitos o de feos.
Para llegar a saber cúanto de secas (húmedas, en realidad) se quedan las camisetas y poder compararlas, a un servidor se le ocurrió pesarlas antes y después de sendos diezmiles a 5’/km a la misma hora del día, de 7:00 a 7:50, en cuatro días alternos (viernes, domingo, martes y jueves). La herramienta de precisión, la deificada Thermomix 31, de habitual uso en la cocina de su familia. El experimento ya lo había llevado a cabo en el mismo lugar hacía cuatro años.
La ola de calor que afectó por aquel entonces a la provincia andaluza auguraba que las cuatro prendas terminarían empapadas y muy lejos de mantener seco a cualquier corredor. La cosa estaba en poder medir cómo de empapadas quedarían y especificar el ranking definitivo
La muestra objeto del experimiento
Lejos de ser un experimento científico validado por parámetros de control universales, sí que tuvo un cierto rigor a la hora de seleccionar la muestra. Incluso había preparado meter en el grupo de control una camiseta de algodón de tejido robusto, unas de las que antaño entrenaron y compitieron con él para lograr sus mejores tiempos.
Camiseta 1: tejido técnico. De marca. 36€ hace 4 años. Peso antes de correr: 120g. Peso después de correr: 240g
Camiseta 2: tejido técnico. De marca. 40€ hace 3 años. Peso antes de correr: 120g. Peso después de correr: 220g.
Camiseta 3: tejido técnico. De marca blanca. 6 € hace 2 años. Peso antes de correr 120g. Peso después de correr 220g.
Tras el tercer día supe que, por lo menos con calor extremo, tenían propiedades similares, algo que a pesar del marketing, me decía el sentido común. Y a punto estuve de no seguir con el experimiento…
Camiseta 4: algodón y con un logo bien grande en el pecho dibujado. De marca. Regalo de mi primo hace 13 años. Peso antes de correr: 145 g. Peso después de correr: 215 g.
¿Cómo? ¿Otra vez se repetía el resultado como hacía 4 años? ¿215 gramos? ¿La de algodón? Repetí la prueba el sábado siguiente al jueves. Y salió igual. Pues bien, no sólo la de algodón absorbía menos sudor, si no que además de pesar más antes de correr, terminaba pesando 5 gramitos menos que las que menos peso habían cogido de las técnicas.
Y aquí, el final del artículo. Pocas conclusiones quiere verter el autor. Cada cuál que saque las suyas. Puede que haciendo la cata a los 10, 20 o 30 minutos de empezar, las camisetas técnicas no hubieran cogido tanto sudor. Sí, puede ser. Sed libres de hacer pruebas. O no.
La suya es clara: no volverá a correr con camisetas de algodón, pues cuatro corredores que me crucé me preguntaron escandalizados sobre mi camiseta de algodón como si fuera un bicho raro, incluso más que por las sandalias con las que corro. Y bastante tiene ya con eso… si bien otro día os lo explica. Prometido.