La gente se aparta de ti al montar en el ascensor. La vecina del cuarto, señora mayor que salió a por el desayuno con su yorkie con botitas, te lanza una mirada asesina por si alguna de las gotas de agua que se mezclan con tu sudor llega a contactar con su caro abrigo (de pelo sintético).
Con el otoño, está en pleno auge la temporada de cross country o campo a través. Puede que de buenas a primeras la idea no te seduzca: como “asfaltero” de pro que eres, el solo hecho de salirte de tus rutas habituales te producirá pánico.
Además, con qué cara te mirarán la próxima vez que te encuentres con tu grupeta si apareces con unas zapatillas que no estén impolutas. Sin embargo, bajarte al barro te ayudará, y mucho, a mejorar en tu vuelta a las zancadas por las calles de la ciudad.
¿Hundido en el lodo?
Ten claro desde el primer momento que vas a entrar en un terreno amigo: a pesar de que veas charcos, suciedad y cosas que manchan, debajo de todo eso está un parque como el que utilizas habitualmente para tus entrenamientos.
Que no te de miedo meter el pie en un charco ni pisar esa zona donde una densa capa de barro te saluda. En el cross no hay tiempo para saltar o trazar la ruta que mejor combine eficiencia y pulcritud.
Olvídate de bailar ballet en el parque y sal a correr como si no te importara volver a casa cargado de mugre. Verás que cuando hayas metido el pie en el primer charco todo se habrá pasado y una sensación de paz llegará a tu mente (acompañada de un “chof chof” que viajará contigo hasta que no quites el agua que acaba de meterse en tu zapatilla).
Una vez que hayas superado esa etapa, el resto es pan comido. La distancia invita a salir a tope, a reservar lo mínimo para las tachuelillas que encontrarás por el camino y a disfrutar de cada curva.
Las rectas kilométricas son cosa de otras temporadas: aquí tendrás que esprintar y frenar en cuestión de segundos para afrontar un giro de 180 grados que te van a descubrir un mundo que no conocías.
El hecho de correr a más de una vuelta te ayudará incluso a tomarte la carrera como algo más que llegar del punto A al B: una vez que conozcas el trayecto, ajusta tus pasos de tiempo para los diferentes segmentos, resérvate para las subidas y acelera en tus pasos por meta. Se corre como se entrena, y acostumbrarse a estos cambios bruscos te ayudará a mejorar tu base aeróbica
¿Qué necesito para correr un cross?
Lo mejor es que no necesitas material técnico o de calzado especial. Puede que los más rápidos lleven clavos pero sabemos que su carrera no es la nuestra. Si no te importa ensuciarte, ponte tus zapatillas habituales y lánzate a alguno de los muchos recorridos que cada fin de semana llenan el calendario atlético.
No son pocas las webs que recopilan eventos deportivos y en prácticamente todas encontrarás información sobre carreras de campo a través. Además, siempre puedes consultar en tu club de atletismo más cercano.
Ya ves que no hay nada que temer: deja los prejuicios a un lado, sumérgete en la dinámica del cross country y redescubre porqué ensuciarse siempre ha sido tan divertido.