Promete hacer perder hasta cuatro kilos en cinco días en la fase de ataque y uno cada semana en la crucero… un “milagro”, el de la dieta Dukan, que suma tantos seguidores como retractores. Hablamos de un plan dietético cuanto menos controvertido, pero ¿es tan fiero el león como lo pintan?
"Si a fiero te refieres a que es agresiva a nivel de marketing, sin dudarlo. Pero no olvidemos que todas las acciones dietéticas que comienzan con algo denominado 'fase de ataque o choque', cometen un error de base. Lo que peor le viene al estado de salud son los 'impactos'"- así de contundente se manifiesta Daniel Escaño Martín de NutricionDe. Especializado en nutrición y dietética deportiva, entiende que las bases de una buena alimentación está en el equilibrio, algo muy alejado del método que Pierre Dukan ideó para luchar contra la obesidad.
La potencia y la energía pueden verse comprometidas con esta dieta
”Es efectiva porque refleja pérdidas de peso importantes. Esto se debe a la reducción drástica de los hidratos de carbono (HC) de la dieta. El problema es que, al margen de que eliminar HC sea beneficioso o no (de lo cual muchos estamos convencidos de que no lo es) por cada unidad de hidratos de carbono que almacena el cuerpo, a su vez se almacenan tres de agua. En definitiva: 100 gramos menos de hidratos acumulados supone casi una pérdida de peso de medio kilo. El problema es, ¿qué buscamos? ¿perder peso o perder grasa?. Efectiva para perder grasa no es y sana, tampoco”, asegura contundente Escaño Martín.
Esta dieta, basada en una dieta de alto contenido proteico, es rechazada por un gran número de especialistas al considerar que provoca desequilibrios alimentarios en los pacientes, si hablamos de deportistas hay que sumar otras consecuencias negativas , pues “en el caso del deporte, el glucógeno muscular es la principal vía energética de la que depende el rendimiento en momentos de intensidades de trabajo submáximas. Sin HC el rendimiento se ve reducido tangiblemente, sobre todo a niveles de estrés importantes. Un deportista no debería recurrir a ella”, aconseja el especialista, quien, además, especifica que hay que distinguir entre correr mucho y otra correr rápido, ya que en maratones gana el que más veloz corre por lo que la teoría de que en fondo prevalece la quema de grasas es falsa.
El libro que explica el método ha vendido más de 10 millones de copias
La clave está en cómo puede afectar al rendimiento del deportista. El especialista de nutrición y dietética reconoce que existen tantas dietas como individuos y que, aunque queda mucho por aprender en cuanto a nutrición, es perfectamente demostrable cómo se pueden ver mermadas las fuerzas y, en consecuencia, los resultados: “A corto plazo puede ser que, si viene de una pauta alimentaria desastrosa, el incluir algo de orden haga que pase del 0 a 4 y eso lo interprete como mejora, pero estará muy lejos de su potencialidad. El problema es que como nunca ha entrenado con los tanques de gasolina al 10 (insisto en que hacer las cosas bien no es sencillo, no se trata solo de comer limpio) nunca sabrá diferencial hasta dónde puede llegar y pueda caer en el error de pensar que es lo que mejor le viene", comenta.
"No parece que esté tan claro que un exceso de proteínas genere problemas renales y existe mucha controversia a cerca de ello, pero afecta al estado y al equilibrio de la microbiota intestinal... eso está claro”, sentencia el nutricionista, que también recuerda que un elevado consumo de carnes rojas está relacionado con mayores riesgos de padecer ciertas enfermedades, como podrían ser las derivadas de problemas cardiovasculares.
A pesar de estar desaconsejada por la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, quien la tacha de fraude, el libro que explica el método ha vendido más de 10 millones de copias en el mundo, una cifra que no desalienta a los que huyen de los “milagros”.
“Para los que nos dedicamos a esto día día, trabajar con pacientes significa que ponen en nuestras manos lo más importante que tienen: su salud. Y como no hay nada más preciado para nadie, hemos de respetar una máxima: "PRIMUM NON NOCERE". Lo contrario sería una irresponsabilidad, aunque sea a costa de perder peso o batir marcas”, Daniel Escaño lo tiene claro, y como él muchos otros profesionales que no creen en la magia y sí en la constancia a la hora de hacer una dieta.