El problema muchas veces es que una vez el consumo calórico ha descendido, el cuerpo activa mecanismos de defensa, herencia de un pasado en el que los medios de supervivencia aseguraban las reservas suficientes, ya que no se sabía con certeza cuándo sería la próxima vez que nos alimentaríamos.
Por tanto, la razón por la que muchas veces nos cuesta deshacernos de la grasa acumulada reside en nuestro código genético y las adaptaciones hechas por el cuerpo durante la evolución.
Los procesos de quema de grasa están presentes en nuestro cuerpo. El problema es que estos permanecen, por decirlo de alguna manera, dormidos, y es necesario buscar herramientas para despertarlos.
Sorprendentemente, para activar nuestro metabolismo dormido es necesaria la llamada “grasa marrón” (BAT Brown adipose tissue). Esta grasa se encuentra generalmente en el cuello y la espalda y nos ayuda a acelerar la quema de calorías y con ello nuestro metabolismo.
Cuando comemos, el cuerpo tiende a conservar energía y la acumula en forma de grasa alrededor de las caderas, la cintura…La grasa marrón o BAT quema esta grasa en forma de calor, incrementando nuestro metabolismo.
Es un proceso curioso. La grasa marrón es muy rica en mitocondrias, una de las principales proteínas para conseguir energía quemando grasa de nuestro cuerpo.
Cuando la temperatura baja, tu cuerpo tiende a generar calor, el cerebro se comunica con la grasa marrón y se activa el sistema de quema de grasas, haciendo que las grasas tomen los nutrientes necesarios para producir energía (ATP)
Por tanto la grasa marrón resulta un auténtico acelerador de tu metabolismo a la vez que ayuda a mantenerse caliente cuando la temperatura desciende
Maneras de activar tu grasa marrón y acelerar así el proceso de quema de grasas
1.- Baja el termostato de casa o enciende el aire acondicionado. Recientes estudios han comprobado que en dos horas realizando la misma actividad en dos habitaciones a distintas temperaturas, se tiene un consumo calórico mucho más elevado en la habitación con menos temperatura.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, la sauna sirve más para eliminar líquidos y con ellos residuos de nuestro cuerpo que para quemar la grasa. Siendo más productivo en este caso pasar 10 minutos en una sala de hielo.
2.- Dormir: Se ha comprobado que dormir eleva nuestros niveles de melatonina lo que ayuda a conseguir incrementar la eficiencia de nuestro sistema de quema de grasas. Desafortunadamente, la suplementación no tiene el mismo efecto, así que esta se debe conseguir de manera natural, durmiendo.
3.- Una manzana al día: Se ha comprobado que la piel de la manzana ayuda a activar este tipo de grasas. Por lo que una manzana al día entre horas ayudará a acelerar algunos procesos.
4.- Introduce ejercicios cardiovasculares en tu rutina de entrenamiento: Entre serie y serie de ejercicios de peso, introduce series de 30-45 segundos de sprint en el sitio. De esta manera consigues mantener mucho más elevado el consumo calórico de tu entrenamiento de fuerza.
5.- Come cinco veces al día: Mantendrás tu metabolismo elevado y se lo pondrás más fácil al sistema de quema de grasas. Por decirlo de una forma sencilla, si lo acostumbramos a ello, ofrecerá menos tendencia a acumular, ya que no sentirá la necesidad de acumular para aguantar horas sin comer.
6.- Haz uno o dos HIIT (Entrenamiento de alta intensidad a intervalos) a la semana para acelerar aún más tu metabolismo. Se ha comprobado, que en este tipo de entrenamientos tiene lugar un proceso hormonal que mantiene elevado el consumo calórico hasta 24 horas después de un entrenamiento.