La mejor manera para eliminar toxinas es muy sencilla: beber mucha agua. Y no hace falta que la bebas sola. Además de darle sabor con otros ingredientes, estarás aumentando y mejorando sus propiedades purificativas.
Veamos lo que el agua puede hacer por ti.
Hidrata tus células.
Sobre todo a primera hora de la mañana antes de desayunar. Llevas toda la noche seco/a y lo primero que demandan tus células es agua. Si tu cuerpo está bien hidratado, aumentará el flujo de oxígeno y empezarás el día con más energía.
Te ayuda a perder peso.
El agua estimula tu sistema digestivo y hace que tu metabolismo se acelere a lo largo del día. Y una vez más si la tomas en ayunas, tu cuerpo se hará más reacio a almacenar grasa. Y por si fuera poco, el agua sacia sin engordar, lo que hará que comas menos en el resto de las comidas sin pasar hambre.
Previene las enfermedades.
Si tienes por costumbre enfermar, la razón puede que sea que no bebes suficiente agua. El agua juega un papel muy importante en el mantenimiento del sistema linfático. Es decir, que si este sistema se encuentra equilibrado, estará dispuesto a luchar contra cualquier enfermedad.
Y como dije antes, el agua si se toma acompañada mejorará considerablemente.
Veamos algunas opciones que harán que un simple vaso de agua se transforme en un refrescante vaso de salud.
Limón: El agua con limón es una de las bebidas más purificadoras. El zumo de limón ayuda a limpiar y a alcalinizar el cuerpo. Añade una pequeña rodaja de limón al agua o si lo prefieres vierte directamente el zumo.
Menta: La menta añade un toque de dulzura al agua sin necesidad de tener que echar unas cucharadas de azúcar. Además esta planta asienta tu estómago y ayuda a hacer la digestión.
Pepino: El pepino no sólo se utiliza en los spas. Añadiendo un par de rodajas de pepino al agua, creas el mejor combinado para tu hidratación. Además el pepino también contiene propiedades antiinflamatorias.
Jengibre: Esta raíz un poco picante te ayuda a limpiar tu sistema, ayuda a hacer la digestión, y asienta tu estómago. Esta raíz tiene mucho sabor, por eso empieza con algunas rodajas muy finas o pícalo muy pequeño antes de añadirlo al agua.
En resumen, si la comida para nosotros es como la gasolina para el coche, el agua sería como el aceite. Y es que debes recordar que más del 65% de nuestro cuerpo es agua.