Perder peso no es tarea fácil: tienes que luchar contra tu mente, los elementos externos que te incitan a ponerte hasta arriba de comida y contra el sedentarismo, tan atractivo como peligroso. Pero es que, además, si eres mujer, perder peso es más complicado aún.
Al menos esto es lo que se desprende de un estudio del British Journal of Nutrition en el que se afirma que la pérdida de peso varía en función de diversos factores, entre ellos, el sexo de quien se pone a dieta.
Para llevar a cabo este estudio analizaron a diversos hombres y mujeres con sobrepeso y obesidad y les pusieron dietas diferentes a cada pareja hombre-mujer. En total, utilizaron cuatro dietas, entre la que se encuentra la polémica Atkins o la “Slim Fast Plan”.
Tras dos meses a dieta, un tiempo prudencial para medir los resultados, se percataron de que los hombres habían perdido el doble de peso de lo que habían perdido las mujeres, pero es que, además, habían perdido tres veces más de grasa que las mujeres.
Sin embargo, también observaron que entre los 2 y los 6 meses, esos niveles tienden a igualarse, puesto que las mujeres pierden peso de una manera más regular a lo largo de la dieta mientras que los hombres tienen al principio de esta un gran descenso pero, después, tienden a ralentizar la pérdida de peso y de grasa.
¿Y por qué ocurre esto?
Simplemente, por una cuestión de fisionomía. Los hombres, al tener, por lo general, más masa muscular, tienen que “alimentar” a más músculo que las mujeres.
Otra de las razones que dieron los investigadores tiene que ver con las hormonas. Los hombres tienen la “ventaja” de no tener estrógenos y sí testosterona, lo cual ayuda a esa pérdida de peso más rápida en un primer momento de activación de la dieta.
Los datos que arrojaba el estudio es que, de media, una mujer tiene entre un 6 y un 11% más de grasa que los hombres por una cuestión evolutiva que las ayudaría durante el embarazo.
Pero no todo iban a ser noticias negativas. Según los investigadores, y la experiencia del día a día nos dice, a los hombres la grasa se les acumula principalmente en la zona abdominal, en la barriga, para hablar claro.
Esta grasa acumulada en esta parte del cuerpo está relacionada con una mayor tasa de accidentes cardiovasculares. Sin embargo, a las mujeres la grasa se les suele acumular en la parte superior de las piernas y en la cintura, por lo que el riesgo de que sufran alguna enfermedad cardiovascular se reduce en este sentido.