El olor a brócoli que se queda por toda la casa cuando te preparas la comida, los kilos de pollo que ocupan la nevera, tus prisas por llegar a la clase de spinning o sustituir el aperitivo del sábado por un entrenamiento de fin de semana son cosas de tu estilo de vida que no todo el mundo soporta. ¿Todavía te preguntas por qué es importante que tu pareja sea fitness lover como tú? Pues venga, ¡te lo contamos!
Porque evitarás tentaciones
Abrir la nevera y encontrar un paquete de salchichas, lonchas de bacon, postres de chocolate y otro tipo de tentaciones puede hacer que tu dieta salga por los aires en un momento. Sin embargo, cuando compartes vida sentimental y casa con alguien que también se cuida, los alimentos que pueblan tu cocina son mucho más sanos: carne, pescado, verduras, fruta, huevos... ¡Qué bonito es el amor si además no te hace engordar!
Porque no se quejará de que siempre estés en el gimnasio
Tener un físico espectacular no es tarea fácil. Unos bíceps, cuádriceps, tríceps y pectorales fuertes requieren muchas horas de gimnasio. Parte de tu tiempo de ocio lo dedicas a cultivar tu cuerpo y, aunque si te organizas bien y puedes llegar a todo, alguna vez has tenido que renunciar a algún plan porque eso de saltarte el gym no va contigo.
Si tu pareja pasa por completo del mundo fitness, puede que no llegue a entender que necesitas cumplir con tus rutinas de entrenamiento. En cambio, si comparte contigo la afición por la actividad física, estará de tu lado e incluso iréis juntos al gimnasio.
Porque tendrás un compañero o compañera ideal para los entrenamientos
Confiésalo, a veces te aburre entrenar en soledad. Nada mejor que darle a los hierros con un compañero de gimnasio... y si es tu pareja, ¡mejor aún! Os conocéis mejor que nadie, así que no solo os sabréis a la perfección la rutina de entrenamiento del otro, sino que también encontraréis la forma de animaros el uno al otro para rendir al máximo durante la sesión. Además, veros lo sexys que estáis mientras levantáis pesas puede motivaros y hacer que lo deis todo. Eso sí... ¡no os distraigáis demasiado!
Porque llenaréis la nevera con los mismos alimentos
Hacer la compra del súper será mucho más fácil si tu pareja y tú compartís modelo de alimentación. Aunque cada persona es un mundo y la dieta varía dependiendo de los objetivos de cada uno, siempre hay una serie de alimentos recurrentes en los planes nutricionales.
Arroz, pollo, pasta, atún, aguacates, plátanos, legumbres... Vuestro carrito de la compra no será la alegría de la huerta, vale, pero os vais a beneficiar de las ofertas del 2x1 del súper y además no se colará ningún producto grasiento.
Porque te entenderá cuando le cuentes tus entrenamientos
“¿Y qué haces en el gimnasio?”, te preguntan tus amigos y tú se lo cuentas mientras ellos te observan con cara de no estar enterándose absolutamente de nada. Lo de sentadillas les suena a postura del Kamasutra y cuando les hablas de press de banca creen que estás refiriéndote a una partida del Monopoly. ¡Ay, qué incomprendido te sientes!
Mejor que tu pareja sea un chico o chica de gimnasio, así cuando le digas que has hecho 3 series de abdominales no pensará que te has convertido en director de ficción y que has rodado una trilogía para televisión ambientada en un gimnasio.
Porque tendréis mucho más sexo
Si tú y tu media naranja vais al gimnasio... vais a tener más sexo. Suena bien, ¿verdad? Pues es cierto. Y no, no es que se monten allí orgías entre pesa y pesa, sino que la actividad física hará que vuestras hormonas se revolucionen y os apetezca mucho más tener relaciones.
Además, al cuidaros más os veréis mucho más atractivos y eso os excitará aún más. Por si fuera poco, al estar tan ágiles os atreveréis a probar nuevas posturas sexuales... ¡lo vuestro será un no parar! ¿A que merece la pena ser una pareja fitness?