En ocasiones, incluso, no es de extrañar que la propia persona a la que se ha salido el hombro se lo coloque por sí mismo en un movimiento contra el suelo. No obstante, no es lo más recomendable, aunque si no queda otra…
Ahora bien ¿por qué sucede esto? ¿Por qué se sale el hombro y no se sale, por ejemplo, una rodilla? En primer lugar, cuando hablamos de “salir el hombro” estamos hablando, en términos médicos, de una luxación, y esto puede ocurrir en cualquier articulación.
Sin embargo, en el hombro aparece con más frecuencia por la propia idiosincrasia de la zona del cuerpo: un lugar que está prácticamente en constante movimiento para todo lo que hagamos, y que sufre cualquier mala postura, sobre todo a la hora de hacer deporte.
En primer lugar, conviene aclarar que si se te sale el hombro por primera vez, puede que sea fruto de un mal gesto, un mal movimiento o algún esfuerzo. Te dolerá como lo que más, pero una vez colocado en su lugar, no debería volver a pasarte.
Es cuando se repite una y otra vez, en acciones de tu vida cotidiana, cuando deberías comenzar a preocuparte y consultar con un especialista, porque, en algunas ocasiones, podrías tener que pasar por el quirófano.
El hombro se te puede salir por dos motivos, fundamentalmente:
1.- Una acción traumática: como hemos hablado, por culpa de un mal movimiento o un gesto brusco. Al igual que te puedes hacer un esguince de tobillo jugando a algún deporte, se te puede salir el hombro. Si se te ha roto algún ligamento con la dislocación del hombro, es posible que, una vez recuperado, te vuelva a pasar con más frecuencia.
2.- Por la laxitud del ligamento: si eres una persona muy flexible es porque tus ligamentos son muy laxos. Eso puede tener algunas ventajas, pero también inconvenientes. Y uno de ellos es que se te pueda luxar el hombro con mayor facilidad y con acciones de la vida cotidiana. Si se repite mucho, la solución puede ser pasar por el quirófano.
Una vez que ha ocurrido, que se te ha salido el hombro, lo importante es reaccionar de la siguiente manera si no tienes experiencia previa:
1.- No te asustes ni te pongas nervioso. Un movimiento brusco puede causarte aún más dolor del que seguro que ya tienes.
2.- No te “autocoloques” si no sabes. Si no lo has hecho nunca, mejor que lo haga un especialista. Vete a urgencias y ahí sabrán qué hacer con tu hombro.
3.- El postraumático: una vez te han colocado el hombro, lo recomendable es tenerlo en cabestrillo durante un tiempo prudencial para que todos los ligamentos vuelvan a soldarse bien.
4.- Si después de esta experiencia, el hombro se te sigue saliendo, lo mejor es que consultes con un traumatólogo para indicarte el tratamiento más efectivo para ti.