El organismo humano es complejo y, aunque todavía hay muchos misterios de nuestro interior que tenemos que investigar y conocer, cada vez van quedando menos recovecos desconocidos. En el caso de la genética, los avances en los últimos años han sido increíbles, y esto ha facilitado a los investigadores llegar a conclusiones útiles para todos, como el caso que nos ocupa.
Un grupo de científicos de California han realizado un estudio que han publicado en Nature Communications y en el que describen la manera en la que interactúa la serotonina (“la hormona de la felicidad”) con la manera en la que el organismo quema grasas y, por tanto, pierde peso.
El funcionamiento es complejo: en primer lugar entra en funcionamiento el triptófano, un aminoácido que convierte los nutrientes que consumimos en un subproducto denominado 5-HT.
Después, 5-HT se convierte en la apreciada serotonina, que es la encargada de controlar cuestiones tan importantes para nosotros como el estado de ánimo, el apetito, el sueño, el impulso sexual e incluso el umbral de dolor.
Esto es lo que se sabía hasta ahora y estaba demostrado. Pero el estudio de los californianos va más allá. A través de distintas pruebas con gusanos, a los que les anulaban determinados genes para su estudio, han descubierto un gen denominado FLP-7, que sería indispensable para la quema de grasa en el organismo.
Después de distintas comprobaciones, se percataron de que para que este FLP-7 fuera liberado desde determinadas neuronas del cerebro, se requerían niveles altos de serotonina. Una vez ocurría esto, FLP-7 viajaba a través del sistema circulatorio y, al llegar al intestino, comenzaba el proceso de quema de grasa.
Es por eso que se ha llegado a la conclusión de que, a más felicidad y positivismo, el organismo genera más serotonina que, a su vez, ayuda a liberar este FLP-7, que es el causante de un mayor nivel de quema de grasa.
Además, estar en un estado de felicidad siempre es importante, y no solamente tiene esta ventaja que te puede ayudar para tu operación bikini, sino que también te evitará trastornos como la ansiedad, la depresión, la negatividad, la irritabilidad, la tristeza, problemas con el sueño y un incremento desmesurado del apetito.
También puedes aumentar el nivel de serotonina ayudando al organismo con acciones tan sencillas como: tomando algo de proteína en cada comida, eliminando azúcares y alcohol, aumentando la ingesta de alimentos ricos en magnesio o calcio y, ahora que llega el buen tiempo, tomando un poco el sol (con protección) para activarte por dentro.