De siempre se ha pensado que los hombres que estaban más fuertes y más musculados eran unos cracks en la cama. Las escenas más tórridas del cine siempre tenían como protagonista al buenorro del reparto y, en el gimnasio, los musculitos son los que más ligan.
Sin embargo, ahora todo eso ha cambiado. Aunque los forzudos sigan ligando más, tú, rellenito, podrás darles en la cara con este estudio de la Universidad de Erciyes de Turquía. En él han concluido, ni más ni menos, que aquellos hombres con barriguita duran más en la cama.
Con esto no queremos decir que ahora que viene el verano dejes de cuidarte, pero los investigadores de esta universidad estudiaron las actividades sexuales de 200 hombres sanos durante un año y medio. De ellos, la mitad afirmó que sus relaciones sexuales eran cortas y estaban diagnosticados como eyaculadores precoces.
Para diferenciar los que pesaban más de los que pesaban menos, usaron el estándar internacional de la OMS sobre el Índice de Masa Corporal (IMC), calculando el peso en metros cuadrados y siendo 24.9 o menos un peso normal, entre 25 y 29.9 sobrepeso; y obesidad más de 30.
La conclusión a la que llegaron los investigadores es que aquellos hombres con un poco de barriga, situados en el margen de “sobrepeso” del IMC, duraban más en la cama que los que estaban por debajo de 24.9.
Más en concreto, calcularon que, durante un año, un hombre con barriga que tenga 100 actos sexuales al año podría tener, de media, 8 horas más de sexo que uno que tuviera el abdomen firme y marcado, ya que, por cada acto, los ‘gorditos’ duraban 5 minutos más que los amantes con sixpack.
Y todo ello, según los investigadores, gracias a un “bonus” de segregación de la hormona estradiol provocado, precisamente, por la acumulación de grasa abdominal. Cuanta más segregación de esa hormona, más se retrasa el orgasmo, por lo que, supuestamente, las relaciones sexuales son mejores. ¡A disfrutar!