No debes olvidar que el pulso es una respuesta fisiológica del organismo. Las pulsaciones son reflejo, no sólo del entrenamiento, sino de la vida cotidiana, del trabajo, de la alimentación, del stress, etc. En más de una ocasión tu cabeza dice una cosa, tus piernas otra y el corazón va por libre.
Por ejemplo, sales de casa con idea de darte un buen calentón y a pesar de ir dando pedaladas con todas las ganas del mundo, las pulsaciones no suben. Ahí es donde tienes que escuchar a tu corazón porque quiere decirte algo.
Las pulsaciones cuando te despiertas
Debes conocer las que tienes habitualmente al despertar. Debes tomarlas tumbado sobre la cama, unos cinco minutos después de haberte despertado. Si tienes entre cinco y ocho pulsaciones por encima de las que sueles tener, todo va bien.
Las pulsaciones máximas
Si las alcanzas con relativa facilidad, sería interesante que revisaras tu entrenamiento y muy posiblemente te has excedido con la intensidad en tus salidas. Deberías hacer una base de acondicionamiento general para conseguir ser más eficiente y que con menos pulso realices el mismo trabajo.
Pulsaciones en las recuperaciones
Una buena señal es que al finalizar puntualmente un esfuerzo importante, las pulsaciones desciendan con rapidez. Si has hecho una salida de larga duración o corta e intensa, al volver a casa comprobarás que a pesar de bajar la velocidad cuesta que descienda el pulso. Ello es la consecuencia del cansancio muscular, además de una posible pérdida de plasma a través del sudor que provoca que la sangre se espese y el corazón tenga que bombear más.
Cuando el corazón protesta: Si al despertar el pulso lo tienes más alto de lo habitual
Si al levantarte superas el ritmo cardiaco en más de diez pulsaciones de lo habitual, una de dos, o son indicativo de que no estás totalmente recuperado de un entrenamiento anterior o no has descansado muy bien esa noche.
Si el día anterior no has tenido un entrenamiento intensivo y además has dormido igual que un bebé, no sería de extrañar que estés incubando algún tipo de infección (garganta, bucal, vírica, etc.).
Si la causa del pulso alto es una posible infección en puertas, cuando salgas a entrenar llevarás el pulso demasiado alto en comparación a otros días. Ante estos síntomas es mejor rodar muy suave o ya saldrás otro día. Si aplicas un entrenamiento intensivo posiblemente agraves el cuadro clínico y empeores.
Las pulsaciones son normales pero te duelen los cuádriceps
Necesitas otro día de recuperación.
Las pulsaciones las tienes normales por la mañana y al salir a la carretera siguen demasiado bajas
Si el día anterior has tenido una salida muy intensiva, es lógico un pulso tan bajo ya que tu organismo está en proceso de recuperación. El tono cardiaco está ralentizado por acción del sistema vegetativo parasimpático.
Cuesta mucho subir las pulsaciones ante un esfuerzo submáximo
También puede ser síntoma de cansancio muscular pero es muy posible una deficiente alimentación y en particular de carbohidratos.
Las pulsaciones se quedan muy lejos de las máximas aunque te pongas a tope
Más de uno cree que es sinónimo de estar sobreentrenado. Sin embargo es síntoma de haber entrenado bien y haber realizado una adecuada adaptación cardiovascular. Has conseguido un corazón más grande que no necesita dar tantas pulsaciones para desarrollar la misma potencia que a principio de temporada. Con un buen estado de forma, las máximas pueden quedarse un 10% por debajo de las habituales.