Deshidratación por pérdida de electrolitos
Es la justificación a la mayoría de los calambres debido a la pérdida de sales minerales a través del sudor. La pérdida de electrolitos ocasiona una alteración de la transmisión nerviosa.
Pautas nutricionales inadecuadas
No debes descuidar el consumo de frutas, verduras y frutos secos con moderación ya que contienen vitaminas y minerales que intervienen en la contracción muscular
Abusar de desarrollos y cadencias bajas
Ir atrancado o con más desarrollo de lo recomendado pasa factura. A la larga generan fatiga muscular y calambres.
Ir a un ritmo para el que no has entrenado
Se puede estar bien entrenado, pero eso no quiere decir que se esté para ir a ciertos ritmos. Al final el músculo termina fatigado y se traduce en calambres.
Entrenamiento inadecuado
Además de una buena base de resistencia, debes hacer entrenamientos específicos de fuerza. Los ejercicios de fuerza resistencia son necesarios para entrenar al músculo a resistir la fatiga como consecuencia aplicar un trabajo de fuerza durante mucho tiempo.
Medidas inapropiadas en la bicicleta o calas en la zapatilla mal colocadas
Un error en las medidas de la bicicleta puede ocasionar tensiones en zonas musculares que no deberían tener protagonismo en la pedalada. Por ejemplo, ir muy alto de sillín puede dar problemas en la zona isquiotibial por estiramiento excesivo de este o una posición inadecuada de las calas puede dar problemas a nivel de la calambres en la planta del pie o gemelos (si van demasiado adelantadas) o problemas a nivel de cuádriceps (si van demasiado retrasadas).
Determinados fármacos
Aquí poco puedes hacer sino te queda otro remedio que tomar medicación. En particular, determinados antibióticos y antiinflamatorios. Dificultan la absorción de las sales minerales que intervienen en la contracción muscular. Por lo que si sigues algún tratamiento con alguno de estos fármacos, no te lleves las manos a la cabeza, aunque en este caso te las llevarás a las piernas, si a pesar de ir en condiciones óptimas de nutrición y entrenamiento, sufres calambres.
Cremas calentadoras en días inapropiados
Para carreras de corta duración pueden ser una buena solución. Pero en pruebas de fondo y sobre todo si hace calor, pueden provocar una sudoración excesiva en la zona masajeada y con resultado desagradable.
Estrés y falta de descanso en los días previos
Tanto estrés psicológico, acumulado por problemas en la vida laboral o familiar, como la falta de descanso por falta de sueño (por ejemplo turnos de trabajo), tienen repercusión negativa a nivel muscular, ya que crean tensiones.
Falta de calentamiento y enfriamiento
La falta de calentamiento, sobre todo en pruebas muy explosivas, tendrá incidencia y repercusión negativa a nivel muscular. Además de ocasionar calambres, se pueden ocasionar sobrecargas y lesiones. Una vuelta a la calma sin un enfriamiento adecuado, puede repercutir en los calambres que puedan producirse al finalizar una prueba. No será el primero que después de acabar, está comiendo y da un salto en la mesa. Y no precisamente por lo contento que está de haber terminado ni del tiempo que ha hecho, sino de algún calambrazo que está recibiendo.
Salud bucodental
No tener una buena salud bucodental con la presencia de caries, por ejemplo, puede provocar problemas importantes a nivel muscular, incluso con roturas fibrilares.