South Bank, el Thames Path.
El Thames Path es un sendero de gran recorrido que tiene, desde su desembocadura, unas 180 millas (casi 290km) y que entra en el Gran meollo urbano de Londres Este por el distrito amable y maribero de Rotherhithe. Cruza el río por la Tate Modern / Millenium Bridge.
A la izquierda, hacia el Canada Wharf por la orilla sur, tienes un paseo lleno de terrazas, escaloncillos, pasadizos bajo emblemáticos puentes, una delicia si no fuera por la cantidad ingente de homínidos que la pueblan. Ir y volver tiene la ventaja de tirar hasta donde quieras.
Déjate atrapar por un recorrido al trote bajo las vías, cuando el sol apenas ilumina y las luces del coche que sale de Redcross Way forma un haz a media altura. Consejo imprescindible: lleva doblado un mapa impreso con todos los nombres de calle. Y un billete de diez libras.
South Bank, oeste / Parlamento
El Thames Path por el oeste. Desde el mismo punto de origen hay dos variantes. Por el Southbank, la orilla sur, uno se topa con las masas en el National Theatre y el marasmo esdrújulo de la hiper-noria de burros tamaño king size.
Evita el colapso peatonal del Westminster Bridge, para y toma aire: desde este se salía en la centenaria carrera London to Brighton. La variante sur sigue liviana como una culebrilla por una embaldosada orilla sur hacia el Vauxhall Bridge, que es un buen lugar para cruzar al trote y girar. Regresa.
Si te animas por la orilla norte, regresa por la Tate Gallery, es la más sombreada orilla norte. Tendrás mucho paso de peatones llenos de pollinos de dos patas frente al Parlamento y demás edificios del Londres posterior al incendio de 1666. Si optas por la orilla norte, ésta tiene menos jaleo pero también menos atractivo.
Si eres muy duro puedes subir esas doscientas yardas a Trafalgar Sq y volver por la vieja corte y la catedral de San Pablo. Busca los postes indicadores con el ‘Millenium bridge’. No hay pérdida.
Parques. St James’s y Hyde Park
Es tan típico… pero correr por las calles londinenses podría ser algo estresante. Si tu alojamiento está por Marylebone, Notting Hill o Portobello, busca la ruta más corta hacia Marble Arch. ¡Mierda! ¿Un arco romano en Londres? Es la entrada nordeste a Hyde Park. Recuerda lo del mapa impreso. No hay cosa más estúpida de dar solamente ¾ de giro a un parque y salir por otra esquina.
Hyde Park comienza por el podio para los oradores. Speaker’s Corner abajo (en ligera bajada) lleva por Park Lane hasta el giro a derechas que hace miles de runners diarios en Londres. Incluso hay un club llamado Serpentine Road Runners.
Pega la hebra con alguno y verás cómo responden. En el mismo sentido, continúa hacia Kensington Gardens para completar el círculo completo. Son seis kilómetros. Ojo, las distancias de los paseos o las indicaciones de rutas, los corredores locales se refieren en millas. Aprende a multiplicar un poco a lo burro por 1.5.
La continuación desde Hyde Park hacia el palacio de Buckingham te lleva por dos esmeraldas como Green Park y St James’s, que contiene dos símbolos: está al lado de la meta del maratón de Londres y Saint James es el equivalente de nuestro Santiago. El del camino.
Para reponer fuerzas de esta carrera con tu pareja, toma nota de un secreto: busca en internet cómo hacer la reserva del afternoon tea en el hotel Claridge’s.