En muchas ocasiones nos preguntamos el porqué de la organización de una maratón en una ciudad, con la de inconvenientes que eso causa para sus habitantes en forma de cortes de tráfico y aglomeraciones.
Casi nunca nos da por pensar en los beneficios económicos que una prueba de estas características puede dejar en el haber de la ciudad, en la de los ciudadanos que viven en ella. Los organizadores de la Maratón de Valencia lo han hecho.
En un estudio titulado “Impacto económico y valoración de los corredores” y firmado por Joaquín Maudos, Joaquín Aldás, Eva Benages, Irene Zaera, analizan precisamente eso: el dinero que la Maratón de Valencia dejó en la capital del Turia en su edición de 2015.
Y, las conclusiones, no pueden dejar de ser más positivas. El gasto total (neto de impuestos) realizado en la economía valenciana con motivo de la celebración del maratón asciende a 17.042.096 euros. De ese gasto, el 86,1% tiene su origen en el gasto «turístico» realizado por los participantes y sus acompañantes procedentes de fuera de Valencia, mientras el 13,9% restante corresponde al gasto incurrido en su organización”, afirman en el estudio.
Más datos: “por cada euro gastado en la organización del maratón, se generan 6,2 euros a través del gasto que realizan los participantes y sus acompañantes durante su estancia en Valencia”. Además, se crearon durante esos días más de 400 puestos de trabajo, el 87% en el sector servicios.
Además, respecto a la edición del año anterior, la de 2014, “el impacto sobre la renta valenciana ha aumentado un 55%, mientras que en términos de empleo lo ha hecho casi un 60%”, por lo que estos datos, junto con el aumento de más de 3.000 participantes respecto a 2014, dan muestra de la fortaleza de este maratón.
En otros casos, como en la Maratón de Madrid, la Comunidad de Madrid llegó a afirmar que tendría un impacto económico de unos 20 millones de euros, sobre todo prevenientes de los corredores extranjeros, aproximadamente un 30% del total y que se quedaban a pernoctar en la capital madrileña.
