En la primera parte de esta serie de artículos hablábamos de las peculiaridades de cómo debemos de afrontar la natación en un triatlón, y la importancia que tiene esta primera parte hasta que nos asentamos en el que previsiblemente será nuestro grupo de bici hasta que nos bajemos a correr.
Con esto no digo que en bici no puedan haber cambios o no podamos ganar o perder posiciones, pero sí que es verdad que normalmente en triatlones sprint y olímpicos no suelen ocurrir grandes cosas, a no ser que nos encontremos circuitos muy exigentes y que le den sin duda al triatlón un punto más de emoción, puesto que los grandes ciclistas podrán recuperar tiempo perdido en la natación, e incluso (si no son malos nadadores) llegar a cabeza de carrera y hacer mucho daño.
Debemos de tener presente a la hora de entrenar en bici lo que en la competición nos vamos a encontrar, y esto no es otra cosa que dar relevos (en caso de que el grupo se ponga de acuerdo y quieras participar) y situaciones con numerosos picos de potencia, ya sea por ataques o giros (algunos circuitos de bici tienen durante el recorrido números giros y cambios de dirección).
Tener agilidad encima de la bici y tener facilidad para moverse dentro de un grupo serán aspectos importantes para desgastarte menos en este segmento y no quedarse del grupo. Así que no te despistes en ningún momento, y si tienes piernas para intentar la escapada (mejor acompañado) porque no confías del todo en tu carrera a pie, no lo dudes y ve a por ello.
A correr toca
Una vez nos acercamos a la T2 debemos de estar atentos e intentar bajarnos de la bici bien posicionados, evitando de esta forma las montoneras que se suelen formar cuando viajamos en un gran grupo.
Aunque si no te has asomado a la cabeza de grupo en ningún momento, no hagas la típica jugada de listillo bajándote el primero del grupo (al menos no te bajes el primero), en mi opinión es un acto de falta de respeto a esos que han intentando dar su granito de arena para que el grupo no fuese absorbido.
Y ya nos metemos en el último segmento del triatlón, donde se decidirá todo, donde posiblemente en unos segundos serán muchas las plazas que se jugarán.
Toca dar todo lo que nos quede en la carrera a pie, toca salir rápido del box para no perder la estela de los más rápidos (si realmente queremos y estamos para ir con ellos), toca aguantar el fuerte ritmo y apretar al final si nos acercamos con varios triatletas a falta de pocos metros.
Actualmente (hablando a niveles altos) la carrera a pie se empieza a un ritmo muy alto, después se estabiliza, y al final se vuelve a aumentar la intensidad para intentar ganar algún puesto.
Por ello, no nos olvidemos de entrenar de forma específica esta forma de plantear la carrera, puesto que si queremos estar en la pomada, nuestro cuerpo deberá de estar preparado para ello.