La manera natural y más eficiente de correr es concatenar saltos de forma seguida alternando las batidas con cada pié y pierna. Y así como se salta, hay que hacer la recepción de forma de forma que se amortigüe de forma natural, utilizando soleos, gemelos y rodillas de forma segura, esto es pisando debajo de la vertical del cuerpo, nunca más alante que la posición de nuestro pecho, y con las rodillas algo flexionadas para flexionarlas aún más para absorber el impacto. Y apoyando con la parte delantera del pie también al caer.
Cuando corremos sin movernos del sitio (puedes dejar de leer este texto, levantarte y probarlo), notamos claramente que saltamos alternando las dos piernas. Y nunca, nunca, caemos con el talón. Otra cosa es ser capaces de mantener ese movimiento en traslación, moviéndonos hacia adelante. Las zapatillas amortiguadas nos invitan a perder ese estilo y a caer de talón (y a frenarnos un poco en cada zancada). Por eso es bueno trabajar los saltos.
Si bien son muchos los músculos del cuerpo los que intervienen en los saltos de una carrera bien hecha, es fundamental potenciar la labor de gemelos y soleos. Y no sólo se puede ejercitarlos con máquinas de gimnasio. Y es que con una simple comba, lo cual será más divertido y motivador que saltar sin más, se puede mejorar mucho la técnica de carrera, aquella que te llevará a hacer una carrera más eficiente y más segura.
Ejercicios con la comba
No se me ocurren deportistas que salten mejor a la comba que los boxeadores. Estos, se mueven por la lona con fluidez, con rapidez, casi levitando… por van casi de puntillas, rebotando… gracias a sus horas de ejercicios con la comba. En ellos, saltan tirando de gemelos y soleos y poco de cuádriceps. Aunque sí se me ocurren deportistas que salten bien a la comba: los atletas de élite. En sus rutinas, incluyen este tipo de ejercicios para mejorar la técnica de carrera y la fuerza.
Un par de veces por semana, por ejemplo, sería conveniente coger la comba y hacer 3 series de 20 segundos cada una saltando a la comba con los pies juntos. Después, saltar 10 segundos con la pierna izquierda, a la pata coja, y otros 10 segundos con la derecha. De nuevo con la izquierda, y otra vez con la derecha.
Por último llegaría el trasladar esa forma de pisar al saltar a la carrera, lo cual se logra de forma más rápida y sencilla con zapatillas con poca o nula amortiguación. Si no caes con el talón, esos elevados drops se irían al paro, obviamente.
Así pues, plantéate hacerte con una comba como pareja, pero sin que sea una relación obsesiva. Con que quedéis un par de veces por semana será suficiente.