Estamos con el verano a la vuelta de la esquina y aún ve que en tu abdomen aparece una perturbación que no te gustaría que estuviera ahí pero que, sorpresa, no se ha ido por arte de magia.
Ahora, a poco de poder lucir palmito en la playa o en la piscina de tu comunidad, te das cuenta de que deberías ponerte a hacer algo de deporte para intentar, al menos, maquillar el resultado. Y decides ponerte las primeras zapatillas que tienes por casa, calzarte el móvil (que no falte) y salir a correr. Error. Lee esto primero.
1.- Elige una buena equipación deportiva: y aquí no te estamos hablando de unas marcas u otras, créenos. Muchas veces las marcas más baratas son mejores que las más caras, que te venden por los ojos y por su nombre más que por su calidad.
Cuando hablamos de elegir una buena equipación nos referimos a que te asegures de que usas unas zapatillas fabricadas exclusivamente para la práctica del running. No cojas las que tienes de andar por casa, ni las de baloncesto, ni las de montaña ni mucho menos unas que no sean deportivas.
Si, además, te vas a tomar esto en serio, lo mejor es que te hagas una prueba de pisada para saber si eres pronador, neutro o supinador y poderte hacer con unas zapatillas en consecuencia.
2.- Hazte una prueba de esfuerzo: esto seguramente no lo leas en ningún otro artículo de consejos para empezar a correr, pero empieza a ser preocupante la cantidad de personas que han fallecido corriendo en maratones o en otro tipo de carreras.
En muchas ocasiones, las pequeñas patologías cardiacas que no nos impiden vivir en nuestro día a día, se manifiestan con virulencia cuando ponemos a nuestro corazón a latir a mayor frecuencia cuando salimos a correr, y esto puede entrañar riesgos para ti.
Por eso, nuestra recomendación es que acudas a un centro especializado donde te puedan hacer una prueba de esfuerzo, que te costará poco dinero y será una especie de seguro para saber que, realmente, puedes salir a correr.
3.- Comienza de manera progresiva: salir a correr por primera vez y creerte Usain Bolt está muy bien, pero es poco efectivo. Al día siguiente sufrirás las consecuencias: agujetas, malestar y desmotivación que te dejarán KO para salir de nuevo.
Lo mejor es que salgas poco a poco. Por ejemplo, una técnica muy efectiva es comenzar a andar rápido durante 5 minutos y correr a ritmo lento 1 minuto. Repites esta serie de manera progresiva, cada día aumentando las repeticiones y los minutos corriendo e irás viendo los resultados.
4.- Motívate: salir a correr para perder peso y barriga está muy bien como meta a largo plazo, pero deberías ponerte metas a corto y medio plazo. Por ejemplo: hoy voy a salir y voy a correr 3 minutos en lugar de los 2 minutos que hice hace un par de días.
De esta manera, te será más fácil motivarte, porque verás los resultados enseguida, y no te desmotivarás tan pronto como para dejarlo y olvidarte de lo bonito que era cuando empezaste.
5.- Hazte una buena playlist: como sabemos que, sí o sí, vas a salir a correr con el teléfono móvil, ya nos hemos adelantado y en otros artículos te hemos preparado algunas playlist que puedes usar para que te acompañe en tu entrenamiento. Puedes verlas aquí y aquí.