"El aumento de la temperatura y la humedad provocan un cambio del PH vaginal, lo que hace que se convierta en un medio apropiado en el que los hongos, que ya están en la vagina pero en la mayoría de las mujeres en cantidades muy pequeñas sin producir ningún síntoma, crezcan y creen la infección", explica el Dr. Adolfo Loayza, del Hospital La Paz, quien es contundente
El ginecólogo advierte de que la ropa que no deja transpirar y da calor excesivo, el uso de ropa íntima muy apretada y la de origen sintético cambian las condiciones dentro de la vagina con el consiguiente riesgo a sufrir una infección.
Si a eso le sumamos la humedad propia de algunas disciplinas como la natación o la fricción con elementos externos definitivamente podemos hablar de deportes concretos que sí favorecen su aparición.
"El sudor también influye, o el roce con un sillín de una bicicleta o motocicleta, esa presión hace que aumente el calor", especifica el Dr. Loayza recordando que la consecuencia es la aparición de las cándida albicans, los hongos más comunes, que además surgen con igual facilidad en la práctica de deportes acuáticos, pues aunque "estar en la piscina en sí no da ningún problema sí lo es estar fuera de ella con la ropa mojada, soportando esa humedad, pues rompe el equilibrio del PH".
Lo importante es aprender a evitar los riesgos, para ello basta con seguir tres consejos:
1. Llevar ropa de algodón que transpire y evitar los tejidos sintéticos.
2. Evitar ropa ajustada que produzca un roce excesivo en la vulva.
3. Cambiarse rápidamente la ropa mojada para evitar la humedad local en las partes íntimas.
Pero ojo, que a pesar de todas las precauciones hay otros factores que influyen y el riesgo a sufrirlas o no va más allá del calor, pues sencillamente "hay personas más propensas, no todas las mujeres son portadoras de esos hongos, y otras lo llevan pero son asintomáticas", recuerda el especialista.
Las mujeres que ya las hayan sufrido alguna vez deberán extremar los cuidados, así como las que vayan a hacer deporte con la menstruación ya que, como explica el ginecólogo, "es más fácil que las posibilidades crezcan al estar el cuello del útero más abierto, lo que favorece que la infección pueda subir un poco más".
Es esencial reconocer cuanto antes los síntomas: picor, quemazón, abundante flujo, y acudir a un especialista para que sean tratadas cuanto antes y evitar complicaciones.
Si queremos pasar un verano sin sobresaltos, mantén a raya a los indeseables visitantes de tu zona más íntima.