Una mala noche de descanso no sólo se traduce en que al día siguiente no puedas con tu alma, además engorda. De hecho, la falta de sueño está directamente ligada con el aumento de peso, desajustes hormonales, mayor sensación de hambre durante el día y un aumento en los niveles de azúcar en sangre.
Un combo perfecto para que estés agotado y no seas capaz de perder peso. ¿Y si pruebas a tomar un remedio mágico y natural justo antes de meterte entre las sábanas? Aquí tienes seis para elegir, y su elaboración no es nada complicada.
1. Vasito de leche. Hace calor y no te apetece nada tomarte una taza de leche caliente antes de acostarte, pero ojo, no descartes opciones porque hace exactamente el mismo efecto si la tomamos fría.
Un buen chute de triptófano y calcio que no sólo se traduce en que durmamos más y mejor, además reduce la sensación de hambre durante más horas ayudándonos a eliminar el picoteo entre horas que tanto daño hace a nuestra figura.
Por otra parte, la caseína, proteína por excelencia de la leche, se digiere lentamente durante el descanso ayudando a construir músculo durante la noche. Así, sin hacer nada más que dormir.
2. Zumo de uva. Sin que lleve melocotón, por favor. Si optamos por un zumo 100% de uva antes de acostarnos aumentamos los niveles de insulina regulando los ritmos circadianos del cuerpo.
Fue el año pasado cuando una investigación publicada en la revista International Journal of Obesity demostró que esta bebida contiene unos niveles de resveratrol, un antioxidante que se encuentra en las uvas, ideales para perder peso. ¿Por qué? Este antioxidante convierte la grasa blanca –también conocida como ‘la mala’ que es la que se acumula sin mesura en tu vientre– en grasa marrón –exacto, ‘la buena’– ayudándonos a quemar un buen puñado de calorías mientras dormimos.
3. Bebe mucha, mucha agua. Mantenernos hidratados es fundamental para poder quemar calorías. Cuando no bebemos el suficiente líquido el metabolismo ralentiza su ritmo de trabajo y no se deshace de la grasa como haría si funcionase al 100% de su capacidad.
Ya sabes que tomar dos vasos de agua antes de acostarte ayudan a paliar los efectos de la resaca, pero no sólo la típica del alcohol: también te ayudará a eliminar las toxinas y residuos derivados de tu dieta.
Ahora que las temperaturas apenas bajan ni al caer el sol, dale un respiro a tu organismo e hidrátalo bien para evitar dar vueltas y vueltas en la cama durante las noches veraniegas.
4. Manzanilla. Acostumbras a tomarla sólo cuando estás fatal de la tripa, pero sus beneficios si la consumes a diario resultan de lo más útiles. Una taza caliente de esta infusión sin teína actúa como un inductor del sueño natural aumentando los niveles en el cuerpo de glicina, un neurotransmisor que relaja los nervios y actúa como un sedante suave.
Además, tomar manzanilla ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, lo que se traduce en un impulso para perder peso quemando unas calorías extras mientras descansamos.
5. Prueba con el kéfir. Si te da un poco de grima cultivar en tu casa este hongo cuya apariencia se asemeja a una coliflor húmeda que no deja de crecer –¡puag!–, también puedes comprar el yogur fermentado en herbolarios y tiendas especializadas, y no es tan caro.
¿Qué nos aporta? Esta bebida probiótica ayuda al microbioma intestinal a aumentar los niveles de bacterias saludables, promueve una digestión adecuada y nos ayuda a absorber las vitaminas y minerales que consumimos en nuestra dieta de manera más eficaz.
¿Alguien da más? Sí, un estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine añadió que esta bebida a base de yogur natural hace que descansemos a pierna suelta y mejora nuestro rendimiento deportivo. No dejes de echar un traguito antes de acostarte.
6. Batido de proteínas con soja. De acuerdo, esta puede ser la bebida menos económica de todas, pero los resultados son impresionantes. Al menos así lo asegura una investigación realizada en la Universidad de Birmingham según la cual un batido de proteínas con soja, ya sea en formato leche o en polvo, contiene la dosis ideal de aminoácido triptófano.
Así, no sólo mejora la calidad del sueño, también disminuye los niveles de cortisol para ayudar a combatir la grasa del vientre. Tu limítate a descansar y notarás los resultados en tu abdomen y muslos en muy poco tiempo.