Lo cierto es que no hay una respuesta concreta y definitiva a tal pregunta, que va camino de parecerse a uno de los grandes misterios de la ciencia. ¿Beber cerveza o no?: he ahí a la cuestión.
El debate llegó hasta el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que, junto con la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, realizó un estudio llamado Idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo de los deportistas, en el que concluían que la cerveza 'por su composición, características organolépticas y su bajo contenido alcohólico, ingerida en dosis moderadas por personas adultas habituadas a su consumo, puede suponer una alternativa para rehidratarse tras la práctica deportiva'.
En definitiva, lo que viene a decir el estudio, que tuvo una gran repercusión en el mundo runner en Estados Unidos, es que la cerveza, al estar fabricada en un 95% por agua, es buena para llevar a cabo una rehidratación después de correr, ya que el cuerpo necesita sales minerales y antioxidantes para recuperar la fatiga muscular. No obstante, la cerveza no es mejor ni peor que el agua para rehidratarse, simplemente, el efecto es el mismo.
Ya, pero… ¿qué pasa con el alcohol de la cerveza? ¿No engorda?
Evidentemente, este ha sido otro de los apartados clave en los que se han centrado los investigadores a la hora de estudiar los beneficios de la cerveza como fuente de hidratación. En este sentido, el Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) concluye en el estudio 'La hidratación en los mayores. La cerveza como bebida hidratante', que las bebidas alcohólicas no se recomiendan, en general, como un recurso para hidratarse.
Sin embargo, la cerveza consumida por adultos sanos con moderación y responsabilidad, también puede contribuir a la hidratación dado su bajo contenido en alcohol y la presencia de nutrientes (minerales y vitaminas del grupo B, sobre todo) y sustancias antioxidantes.
Por si fueran pocas buenas noticias para los amantes del running y de la cerveza, en este estudio también se indica que, como máximo, el número de cervezas diarias recomendadas tiene que ser de 2-3 cañas para los varones y 1-2 para las mujeres y, lo más importante, deben ir siempre acompañadas de alimentos.
Así pues, mientras ningún otro estudio diga lo contrario, parece que tenemos permiso para salir a correr con la excusa – bienvenida sea – de tomar una caña después con nuestros compañeros de kilómetros, aunque quizás, con la cerveza, la fatiga acaba en vías de extinción.