Además de lavarte las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, hay muchas más cosas que puedes hacer no sólo para prevenir este virus, sino para eliminarlo lo más pronto posible.
Toma yogur en el desayuno
Además de ayudarte en la digestión y mejorando tu flora intestinal, el yogur también te puede prevenir de un buen resfriado. En un estudio llevado a cabo en 2011 se descubrió que aquellos que tomar probióticos ya sea en forma de suplementación o de comidas fermentadas (yogur, kéfir, kimchi), tuvieron un 12% menos de posibilidades de padecer infecciones respiratorias.
La habitación con ventilación
Pasar todo el día en una habitación cerrada aumenta el riesgo de que alguien resfriado te pases sus virus. Recuerda que puedes estar ya infectado y que todavía no haya salido a la luz. Deja que el aire fluya para que se renueve, expulse a los virus, y deje entrar aire nuevo.
Come setas
Sí ya sé que se ha acabado la temporada pero las puedes comprar en las grandes superficies en cualquier época del año. Y es que se han publicado en el American College of Nutrition las evidencias del potencial que tienen las setas sobre el sistema inmunológico. Las personas que tomaron setas (concretamente shiitake) a diario durante un mes, mostraron niveles más altos de células T y menor inflamación.
Aléjate de los estornudos
Puede que no quieras parecer grosero pero quitarte de la línea de fuego es crucial. Los gérmenes que carga un estornudo pueden viajar ¡hasta 20 metros! Si ves que alguien empieza a mover la nariz o a toser basta con decir: “Lo siento, me suelo coger resfriados muy a menudo”. Y quedas como un señor.
No te toques los labios
Seguro que no te apetece chupar la puerta de unos baños públicos, a que no? Pues tampoco te toques la boca con las manos. Puede parecer exagerado pero ni mucho menos. Durante el día tocamos muchas más cosas de las que imaginamos, y no nos lavamos las manos cada vez que lo hacemos. Puede parecer fácil pero está demostrado que de media, una persona se lleva la mano a la boca de 3 a 5 veces por hora.
Que tu sueño sea regular
Aprovéchate de tus largas noches de descanso para ver a la gripe pasar de largo. En un estudio publicado en los Archivos de Medicina Interna se demostró que aquellos que dormían menos de 7 horas diarias, eran tres veces más susceptibles de resfriarse que aquellos que aguantaban en la cama 8 horas.
Apóyate en el zinc
Tomar un suplemento de zinc cuando ves que te estás empezando a encontrar mal puede serte de gran ayuda. El Dr. Lebowitz cuenta que el zinc es un mineral esencial para las células del sistema inmunológico. Y en un estudio de Cochrane en 2013, vieron que tomando zinc 24 horas antes de que aflorara la gripe, reducía la duración del virus. La dosis recomendada es de 75 miligramos al día.
Pide curry verde
Es cierto, las guindillas, chiles, y otros alimentos picantes puedes ayudarte a curar tu enfermedad. Hacen que tu nariz se despeje de la congestión temporalmente. Y tanto es así que en 2011 se descubrió que un spray nasal hecho con capsaicina (componente de cualquier alimento que pique a rabiar), eliminaba la congestión nasal casi de forma inmediata.
Inhala aceites esenciales
Durante varias veces al día echa unas cuantas gotas de eucaliptus e agua hirviendo. Cúbrete la cabeza con un trapo y respira profundamente el vapor. Este aroma mentolado hace que tus vías respiratorias dejen de estar obstruidas, e incluso se piensa que tienen micropartículas ayuda a reforzar el revestimiento de las fosas nasales.