"Sí que es beneficioso, siempre que sea un ejercicio regular y programado y sea igualmente regular la ingesta de comida y la dosis de insulina previa al ejercicio, según su glucemia capilar", asegura la Dra. Mª Ángeles Tapia, jefe de Endocrinología del Hospital Universitario de Móstoles.
La especialista insiste en las ventajas, unas comunes a personas sin la enfermedad y otras que les benefician especialmente. "Puede ayudar a perder peso, reducir niveles de glucemia, disminuir las necesidades de insulina y aumentar la sensación de bienestar, pues mejora el estado de ánimo y aumenta la energía", dice.
Controlar nuestra diabetes es esencial, solo así evitaremos consecuencias indeseadas. Debemos saber que determinados ejercicios "sobre todo los de fuerza o muy alta intensidad aumentan la producción hepática de glucosa" y pueden resultar perjudiciales, apunta la doctora Tapia.
En general, se deben evitar los deportes extremos:
- Anaeróbicos de alta resistencia como culturismo, levantamiento de pesas.
- Deportes en los que una hipoglucemia podría resultar fatal: buceo, paracaidismo, escalada de montaña.
- Deportes con traumatismos violentos repetidos: boxeo, karate..."
Así pues, antes de lanzarnos a hacer deporte hay que conocer el tipo de diabetes que se sufre y la reacción de nuestro cuerpo, pues podemos sufrir tanto "hipoglucemias, si existe exceso de dosis de insulina, disminución de la ingesta o si el tiempo de ejercicio es mayor 45-60 minutos o de alta intensidad, o hiperglucemias, por ejercicios físicos de fuerza o sprint de muy alta intensidad porque aumentan la producción hepática de glucosa", explica nuestra endocrina.
Por eso se recomienda hacer previamente un chequeo médico que descarte complicaciones crónicas, como una retinopatía severa o una neuropatía severa.
Antes de comenzar a hacer deporte conviene tomar algunas precauciones", insiste la Dra. Tapia, quien apunta como necesario tras el reconocimiento "evaluar las capacidades físicas de cada uno, planificar la duración, frecuencia e intensidad del ejercicio, y adquirir conocimientos de educación diabética, necesarios antes de hacer ejercicio:
-15-20 minutos antes del ejercicio hacer glucemia capilar.
-Si se hace en el tiempo de acción de un bolo de I rápida, disminuir la dosis de la insulina de la comida anterior.
-Valorar, añadir un suplemento de hidratos de carbono según la glucemia capilar y según tipo y duración del ejercicio.
-Vigilar hipoglucemias posteriores que pueden ocurrir hasta 24h después del ejercicio.
Con la diabetes bajo control, ya nos podemos poner manos a la obra, siendo lo más recomendable combinar ejercicios aeróbicos con otros anaeróbicos.
- Los aeróbicos son más eficaces para controlar la glucosa en sangre: nadar, montar en bici, caminar, hacer las tareas de la casa, bailar...
- De los anaeróbicos los mejores son los que potencian la flexibilidad: estiramientos, yoga, Pilates, taichí...
Ni a Maradona ni al baloncestista de la NBA Adam Morrison supuso un freno en sus carreras deportivas ser diabéticos. Deporte y diabetes son perfectamente compatibles, tanto que nunca volverá esta enfermedad a ser una excusa para no calzarse las zapatillas y salir a correr.