Decía el Premio Nobel español Ramón y Cajal que, en España, la pereza había dejado de ser un vicio para ser, directamente, una religión. Y no le faltaba razón a don Santiago. Corría el año 1897.
128 años después, la pereza sigue estando ahí, presente en nuestra sociedad actual pero, por suerte, hemos sido capaces de crear las herramientas necesarias para tratar de luchar contra ella. Hemos probado una: las zapatillas de running Ultra Boost de Adidas, y este es nuestro veredicto.
Tras liberar a las Ultraboost, es el momento de comenzar a domarlas. Aparentemente parece una tarea fácil, puesto que, a diferencia del resto de zapatillas, Adidas ha utilizado para el cuerpo de la misma (perdón por no usar el extranjerismo 'upper') un patrón de cosido basado en la tecnología Primeknit.
Esta tecnología la viene usando Adidas desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando sacaron al mercado la primera zapatilla tejida con hilo. ¿Su principal ventaja? Que es flexible, como un calcetín, a la par que fuerte, por lo que el pie se te adapta perfectamente a la forma de la zapatilla y no está constreñido por plásticos o pieles.
Además, tiene otra ventaja, y es que al no estar herméticamente cerrada, la transpiración es total, evitando de este modo el sudor del pie y la aparición de lesiones derivadas como las temidas ampollas.
Pero, aunque esta zona de la zapatilla sea muy cómoda, es también de destacar la dificultad existente para introducir el pie dentro de ella. Al ser toda la zapatilla una única pieza, cuesta meter el pie, por lo que hay que aprovecharse de la lengüeta trasera justo encima del contrafuerte. Nos servirá como calzador perfecto.
Una vez estás dentro, tu pie desaparece. La sensación que da el tejido Primeknit es muy agradable y en seguida notas cómo el pie se adapta a la zapatilla a la perfección, formando un único equipo que, al fin y al cabo, es de lo que se trata.
Adidas ha sabido convertir su logotipo en la forma perfecta para sujetar la zapatilla. Sus tres rayas oblicuas se transforman en la parte que alberga los cordones, bien medidos para evitar esas molestias de otras zapatillas que traen metros de cuerda para atar.
Salimos a correr por asfalto y corroboramos uno de los datos que ofrece Adidas para esta zapatilla: el retorno de energía es mucho mayor que con otros modelos de zapatillas, incluso de la propia marca. Esto es debido a la tecnología Strech Web aplicada por Adidas, que deja múltiples huecos en la suela desde la que se ve el material Boost usado en esta zapatilla.
Si en asfalto las Ultra Boost han funcionado bien ¿cómo lo harán por el campo? Aunque estén diseñadas para "macharlas" por carretera, en tierra se defienden más que bien.
En este sentido, se nota bastante el refuerzo en el talón de Aquiles que ha incorporado Adidas. Su versión oficial es que "libera el movimiento natural del tendón de Aquiles" y lo cierto es que, a pesar de la ligereza de toda la zapatilla en general (302 gramos) y del cuerpo el particular, este refuerzo aporta seguridad y estabilidad en la pisada.
Todo este conjunto de materiales provocan al corredor que, cuanto más corre, más ganas tiene de correr, y, lo mejor de todo, desde el primer día. Gracias a todos los hilos del cuerpo de la zapatilla no hace falta que pasen varios días de "rodaje" antes de poder exprimir la zapatilla, si no que prácticamente desde el minuto cero ya se puede sacar el máximo de ellas.
En definitiva, Adidas ha colocado este modelo en el rango de gama alta de su oferta de zapatillas de running. Si tienes 180€ para hacerte con estas Ultra Boost vas a notar la diferencia desde el primer momento. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de vencer a la pereza ¿no?