Antes de que esa locura anual llamada 'Operación Biquini' nos anule la razón, analicemos cuál es la primera parte de nuestro cuerpo lozano que se someterá al escrutinio de nuestros semejantes.
¡Correcto! ¡Los brazos! Así que por qué no empezar nuestra puesta a punto por esas longilíneas extremidades superiores a las que, nuestra obsesiva preocupación por abdomen y cartucheras, suele relegar a un segundo plano.
Pues su aspecto dice mucho de nosotros y de nuestra forma física. Así que seamos prácticos y centrémonos. Comienza, la ‘Operación Brazos Tonificados’. Para ponértelo fácil, te proponemos diferentes opciones para que escojas las que mejor te vengan en cada momento y cada lugar. ¡Toma nota!
En casa
Intenta buscar pequeños huecos para ejercitarte. Con cinco minutos al día, es más que suficiente. Hazte con unas gomas o tubos elásticos de resistencia. Son baratos, apenas ocupan espacio y resultan muy efectivos. Con ellos podrás trabajar a fondo tus bíceps y tríceps, en cualquier sitio. Al no levantar peso y trabajar con la resistencia que impone la banda, resulta un entrenamiento poco lesivo. Eso sí, recuerda cuidar tu postura, anclar los pies y, sobre todo ¡Mucho ojo con las gomas que no se te escapen!
Apóyate en una silla o mesa para realizar fondos de tríceps. Es muy sencillo y una de las mejores maneras para luchar contra ese terrible aleteo que se produce al saludar cuando la flacidez nos invade.
La técnica es muy sencilla: coloca las manos sobre una superficie sólida, separadas del ancho de los hombros. Desplaza los pies hacia adelante, bien apoyados sobre el sueldo y separados la distancia del ancho de tu cadera. Flexiona los codos para bajar tu tronco hacia el suelo, hasta alcanzar un ángulo de 90 grados con los brazos. Y, recuerda, mantén el cuello erguido y los hombros en su posición natural. ¡Y no se trata de subir y bajar el trasero, sino de flexionar los brazos! Las repeticiones las marcas ti, pero un bien comienzo serían tres series de 20, 15 y 10 repeticiones.
Si te ves con fuerza lánzate al ejercicio estrella: las flexiones. Con ellas lograrás trabajar todo tu tren superior a lo bestia. Para principiantes, el truco está en apoyar las rodillas en el suelo. No te olvides de flexionar bien los brazos y de mantener el cuerpo en paralelo con el suelo. El poder está en tu core, o sea, en tu abdomen.
No descartes la idea de aprovechar las tareas cotidianas como excusa para tonificar tus brazos. Aprovecha las bolsas de la compra para ejercitar tus bíceps y tus tríceps… ¡Funciona!
En el parque
Emplea los ratos muertos mientras tus hijos montan en los columpios para hacer fondos de tríceps en un banco o tonificar con las gomas. Los más avezados incluso podéis atreveros a hacer dominadas o fondos, utilizando los columpios a modo de trx. Que no te corten las miradas de los otros padres. Tú, a lo tuyo.
En el trabajo
Estruja una pelota antiestrés. Además de liberar tensiones, trabajarás a conciencia los músculos del antebrazo. Apoyando las manos sobre los brazos de tu silla, intenta levantar el cuerpo todo tu cuerpo para trabajar los tríceps…
Bonus extra
Mima tu piel. Presta una atención especial a los codos. Exfólialos e hidrátalos en condiciones para que luzcan en todo su esplendor.