Este elemento basado en los entrenamientos militares, de policía, o de bomberos, no es sólo una cuestión de moda o tendencia sino que además es un excelente medio para desarrollar la fuerza de nuestro tren superior y tiene sus ventajas específicas:
Mejora nuestro sistema nervioso. Mover el peso de todo nuestro cuerpo en contra de la fuerza de la gravedad de una manera coordinada, requiere no sólo de la actuación de una gran cantidad de músculos sino de la activación del sistema nervioso para hacerlo de manera más eficiente.
Trabajamos nuestra capacidad de reaccionar a cambios bruscos en cortos espacios de tiempo, lo que nos ayuda a convertirnos en más hábiles y ágiles.
Eleva nuestro ratio de fuerza. Nos fuerza a trabajar más fuerte de lo que típicamente haríamos en un gimnasio, ya que a pesar de que utilicemos los pies, para reducir el peso, en un gimnasio no solemos usar cargas similares a las de nuestro propio peso y en este caso, no nos queda más remedio si queremos subir por la cuerda.
Aún así, la buena colocación será muy importante para no cargar con el peso de todo nuestro cuerpo y evitar así lesiones en los brazos. Es importante repartir peso a las piernas.
La trasferencia de este ejercicio a la vida diaria es muy elevada lo cual es precisamente uno de los aspectos fundamentales del entrenamiento funcional. Este tipo de entrenamientos tiene como objetivo mejorar nuestra calidad de vida al prepararnos de manera eficiente para los esfuerzos que se pueden producir en nuestro día a día y evitar así lesiones indeseadas.
¿Cómo se hace?
1.- Colócate delante de la cuerda y ponte de puntillas
2.- Alcanza la cuerda todo lo alto que puedas con los dos brazos, y agarra la parte más alta de la cuerda con el brazo más fuerte. Otra alternativa es saltar todo lo alto que puedas y agarrar la cuerda pero no es recomendable para principiantes.
3.- Agarra la cuerda con un fuerte amarre, una mano encima de la otra y los brazos completamente extendidos.
4.- Una vez con los pies lejos del suelo, sube las rodillas por debajo de tus codos
5.- Con las rodillas dobladas enredamos el pie derecho en la cuerda y el pie izquierdo por debajo. Buscamos crear como un bucle de seguridad para poder avanzar sobre él, usándolo como plataforma.
6 Desliza el pie hacia arriba y utiliza el apoyo para trepar con tus brazos hacia arriba con menos esfuerzo.
Como siempre y en cualquier ejercicio de coordinación, será vital la activación del core para hacer más eficiente el movimiento de nuestras extremidades, por lo que abdomen activado y fuerte durante todo el ejercicio.
Un detalle muy importante es ser conscientes de que la técnica para bajar es la misma que para subir. Si una vez arriba, simplemente tratamos de deslizar hacia abajo, lo más normal es que nos quememos las manos y nos llevemos un buen golpe al final contra el suelo. Por lo que no olvidéis reservar fuerzas para bajar.