El Burpee tiene su origen en la primera mitad del siglo XX, cuando el fisiólogo neoyorquino Royal Burpee inventó una serie cuatro sencillos movimientos para medir la aptitud física de las personas que ya estaban, teóricamente, en forma.
En su origen, el ejercicio consistía en solo cuatro movimientos:
1.- Ponerse de cuclillas con las manos apoyadas en el suelo
2.- Saltar hacia atrás y ponerse en modo tabla
3.- Volver hacia la posición de cuclillas
4.- Saltar verticalmente con los brazos extendidos
Este sencillo ejercicio fue de los más usados durante la II Guerra Mundial para saber si los soldados estaban preparados físicamente o no. En primer lugar, les tomaban la frecuencia cardiaca antes de hacer el ejercicio y, cuando lo habían acabado, otra vez. Con la diferencia de datos y gracias a una ecuación desarrollada por Burpee, podían determinar su aptitud.
No obstante, en aquel momento, se consideró que hacer 41 repeticiones era un resultado excelente. Sin embargo, en 1946, el propio Burpee tuvo que reescribir el prólogo de su libro donde explicaba toda la teoría, alegando que tantas repeticiones se alejaban de la filosofía inicial de su ejercicio, y que podrían ser perjudiciales para las rodillas y la espalda, sobre todo, para las personas que no tuvieran una base muscular.
De los cuatro a los siete movimientos
Aunque el ejercicio completo varía en función de dónde lo hagamos y qué entrenador nos esté guiando, lo cierto es que el Burpee se ha convertido, actualmente, en un duro ejercicio de seis movimientos, cuyo objetivo es realizarlo lo más rápido posible para mejorar la capacidad anaeróbica.
De hecho, su dureza es tal que, en pruebas de deporte extremo, como las Spartan Races, los burpees son considerados como uno de los mayores castigos que la organización te puede asignar.
Por ejemplo, en caso de no querer escalar una pared de cuatro metros de altura, la penalización son 30 burpees antes de volver al recorrido de la prueba. Tan en serio se lo toman que han publicado un manual de cómo hacer el Burpee perfecto y aprobado por la organización.
Actualmente, el proceso del ejercicio es el siguiente:
1.- Estar de pie totalmente vertical
2.- Ponerse de cuclillas con las manos apoyadas en el suelo
3.- Saltar hacia atrás y ponerse en modo tabla sin flexionar los brazos
4.- Flexión de brazos y tocar con el pecho en el suelo
5.- Volver hacia la posición de cuclillas
6.- Recuperar la posición de pie vertical
7.- Saltar verticalmente con los brazos extendidos.