Pero, ¿a que nunca has pensado que dentro de estos nuevos objetivos también podría estar el reducir la papada?
Esa zona del cuello suele estar olvidada hasta que empezamos a notar el paso del tiempo y comienza a descolgarse. Pues bien, antes de pasar por quirófano, puedes probar estos consejos para conseguir un cuello más estilizado.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es si tienes o no sobrepeso, pues la mayoría de las veces puede tratarse de grasa acumulada (sí, hija sí, la grasa se acumula donde le apetece). Si ese es el caso, basta con seguir la rutina típica para perder peso en general.
Es decir, alimentarte de manera equilibrada y hacer ejercicio. Es muy importante que aumentes la ingesta de fibra para regular el tránsito intestinal y a la vez sentirte más saciada. Puedes encontrar este nutriente en la fruta, la verdura, legumbres, cereales integrales, y frutos secos.
Lógicamente, si lo que quieres es perder peso, olvídate de tomar fritos, azúcares refinados, embutidos en general y bollería (sobre todo la industrial). Antes de las comidas bebe un vaso de agua, y así irás a comer con el estómago más lleno.
Por otro lado, si además de grasa, tienes flacidez, la causa suele ser por haber perdido peso muy bruscamente o, lamentablemente por cuestiones genéticas. En este caso deberás incrementar el consumo de proteínas, tanto animales como vegetales, que son las responsables de dar firmeza a los tejidos. Puedes encontrar proteína animal en la carne, leche, huevos y pescados, y la vegetal en las legumbres, frutos secos, y setas.
Tanto si hay grasa como si hay flacidez, es importante exfoliar, hidratar, y nutrir esa zona del cuello para eliminar las células muertas de la piel. Para la exfoliación puedes comprar jabones exfoliantes que encuentras en cualquier supermercado o farmacia, o utilizar productos naturales como el azúcar o la sal.
Si ya queremos hilar más fino, para hidratar la papada podemos utilizar un par de veces al día aceites vegetales adecuados a nuestro tipo de piel (te recomiendo que antes acudas a un dermatólogo) como el de coco, almendra, o rosa mosqueta.
Aunque la papada no se considera un músculo como tal, sí es cierto que también puedes hacer algunos ejercicios para prevenir que se descuelgue o incluso para que desaparezca.
- Siéntate en una silla mira hacia el techo levantando la barbilla. En esa posición frunce los labios durante unos segundos.
- Lleva la cabeza hacia un lado, aguanta unos segundos y haz lo mismo hacia el lado contrario.
- Coloca una pelota antiestrés (puede valer una de tenis, pero igual es demasiado dura) debajo de la barbilla y aguántala contra el pecho. Haz pequeñas contracciones y relajaciones durante 20 segundos. Descansa, y repite dos series más.
- Para fortalecer toda la musculatura de la cara, que también influye en la papada, una buena idea es masticar chicle. Eso sí, no elijas uno con azúcar.
En resumen, para eliminar la papada no hay que hacer más que llevar un estilo de vida saludable, combinado con algunos ejercicios específicos si en tu caso la papada ya está más avanzada.