En tu proceso por pasar el verano de la mejor manera posible y no ganar esos 4 ó 5 kilos que suelen ir directos a tu barriga gracias a las barbacoas y a la vida sedentaria igual piensas en apuntarte al gimnasio o, mejor aún, en comprarte una bici de spinning. Si es así, ten en cuenta estas recomendaciones.
En primer lugar, debes decidir si te las quieres comprar nueva o de segunda mano. Si optas por la segunda opción tienes que tener en cuenta que hay mucha gente que las vende y no sabe muy bien qué es lo que está vendiendo.
Por ejemplo, recientemente, un usuario por Wallapop afirmaba que la bici de spinning que estaba vendiendo tenía un disco de inercia de 120 kilos, cuando lo más habitual es entre 20 y 25 kilos ¡Ahí es nada!
Precisamente el disco de inercia es una de las partes más importantes a las que debes prestar atención, ya que su peso es fundamental. Cuanto menos pese más barata te va a salir la bici, pero menos tiempo te va a durar.
Este disco es el encargado de dar sentido a la bici de spinning, y la resistencia que ejercen las zapatas de los frenos sobre el disco es lo que te hará sudar y ponerte en forma. Si tiene poco peso (de 18 kilos para abajo), en cuanto cojas un poco de forma la bici se te quedará pequeña.
En este sentido, también tienes que valorar si los frenos son de fricción, de fricción con dos zapatas (como una bicicleta estándar) o magnético. Lo recomendable es que sea magnética, pues no requiere tanto mantenimiento y frena mejor, pero suele salir más caro.
Otro de los aspectos básicos a la hora de adquirir una bici de spinning reside en la adaptación que puedas hacer de ella en relación con tu cuerpo.
Tienes que ver que se pueda regular absolutamente todo: las alturas del sillín y del manillar, y la distancia que hay entre el sillín y el manillar. Además, fíjate también que los pedales tengan fijación para los pies. Lo agradecerás cuando toque simular subidas.
Por último, si quieres que tu experiencia de la bici sea completa, lo más recomendable es que lleve una consola en la que te vaya marcando calorías quemadas, distancia recorrida, pulso, velocidad… y también que tenga un botellero para poder echar un trago de agua cuando el recorrido lo permita.