¿Estás buscando pareja? ¿Eres de esas personas que tienen una lista con los requisitos indispensables que buscan en su media naranja? Pues revisa tus exigencias y si no te lo habías planteado, incluye que esa persona sepa bailar. Las personas que bailan tienen una serie de rasgos comunes que harán que te enamores fácilmente de ellas. Te damos diez motivos para que pongas en tu vida a una persona bailonga.

Son atractivos

La gente que baila bien resulta especialmente atractiva. Nos guste más o menos bailar, cuando alguien se mueve con destreza y gracia, nos invita a observarlos. Como además implica un ejercicio físico aeróbico, suelen tener buen aspecto y cuerpos armoniosos.

Son independientes

Las personas que incluyen el baile en sus actividades de ocio suelen ser independientes. Les gusta hacer planes, quedar con amigos y compañeros de afición y no necesitan estar 24 horas al día con sus parejas. De hecho, agradecerán que cada uno tenga su espacio y su parcela de privacidad como algo sano para la relación.

Si bailas, aumentará tu atractivo
Si bailas, aumentará tu atractivo | Pixabay

Nada de celos

Si huyes de la gente celosa, posesiva y apegada… busca alguien que sepa bailar. Sobre todo, en disciplinas de pareja, la rotación en la pista de baile, el roce obligado y la sensualidad de algunos ritmos obligan a trabajar la confianza en el otro. Aunque lo estén dando todo en la pista, lo mejor llegará cuando salgáis de la discoteca y os quedéis a solas.

Grandes docentes

Si tú sabes bailar, salir con alguien que comparte afición es ideal para tener ese nexo en común. Pero si no te has planteado en tu vida mover las caderas, tu pareja estará encantada de compartir conocimientos e iniciarte en cualquiera que sea la disciplina que practica. Suelen ser buenos profesores y te animarán a engancharte a eso que ellos tanto aman.

Delicados y con tacto

Bailar en pareja exige de cierta delicadeza por ambas partes… tanto llevar como dejarse llevar implica cuidar al otro… marcar los pasos sin exceso de fuerza y priorizar que ambas personas disfruten de la música y se diviertan.

En el baile, hay que cuidar al otro
En el baile, hay que cuidar al otro | Pixabay

Vitales

Las personas que bailan son vitales… tienen mucha energía, fruto de la liberación de endorfinas que se produce al bailar, se sienten felices y adoran hacer planes e invertir su tiempo en actividades que enriquezcan cuerpo y mente.

Sexuales

La gente que baila bien puede resultar altamente sexual. Los bailes en pareja implican un contacto cerrado y un acortamiento de las distancias que, en algunas ocasiones, puede resultar de alto voltaje. En parejas que bailan, la pista suele ser el preámbulo perfecto de una intimidad llena de pasión. Conocer tu cuerpo, saber disociar las distintas partes del mismo y ser capaces de moverse a distintos ritmos puede ser sinónimo de grandes encuentros sexuales.

Seguros de sí mismos

Las personas que en su día tomaron la decisión de aprender a bailar suelen tener valentía, iniciativa y aumentan su autoestima y seguridad en sí mismos. Al margen de los cánones de belleza, una persona que baila bien adquiere un plus de atractivo que, en ocasiones, ayuda a superar barreras físicas. Tener iniciativa, ser capaz de sacar a bailar a alguien y compartir esa pequeña intimidad en tres minutos de canción exige mucha confianza.

Las personas que bailan son seguras de sí mismas
Las personas que bailan son seguras de sí mismas | Pixabay

Sanos y joviales

Si quieres una pareja sana, activa y de cuerpo y mente jóvenes, busca a alguien que baile. Además de las ventajas de una actividad que mejora la musculatura, el sistema circulatorio, la capacidad pulmonar, la resistencia física, la coordinación y la memoria, los bailongos se sienten siempre jóvenes. Además, es un hobby que se puede practicar a todas las edades.

Espontáneos

Las personas que bailan son espontáneas… han superado muchos miedos para poder salir a la pista a demostrar sus habilidades y eso se nota. No dudarán en ponerse a bailar contigo en mitad de la calle si la situación lo merece y se inventarán y sacarán planes de la manga cuando menos te lo esperes. Salir con alguien que baile es sinónimo de no aburrirse nunca.