Es maravilloso poder salir a trotar sin tener que hacer planes imposibles para poder compaginar los entrenamientos con el resto de obligaciones, y poder correr sin la preocupación de que vas a llegar tarde al trabajo o al dentista o a una cena o a lo que sea.
Recientemente he dado una vuelta de tuerca a esta idea, y lo que hago es buscar carreras en lugares alejados de mi residencia habitual y aprovecharlas como excusa para tomarme unos días de vacaciones. A continuación os presento una selección de carreras que me parecen la excusa perfecta para viajar. Algunas las he corrido, otras las correré algún día (espero). Estas son sólo unas poquitas para abrir boca, porque la lista de carreras por las que merece la pena viajar es infinita
1.- Formentera2run: Esta carrera por etapas se celebra todos los años en Formentera, a primeros de junio. Con un total de 60 kms en 5 etapas (siendo la última un trail de 21km), es una carrera muy asequible para cualquier nivel, que permite disfrutar de una semana en las playas paradisiacas de Formentera a la vez que se corre por un entorno maravilloso. ¡Yo estuve este año y creo que volveré!
2.- Le Marathon du Medoc: Seguro que habéis oído hablar de una maratón en donde, en los avituallamientos, te dan vino, queso y demás. Pues bien, yo también… ¡y sueño con correrlo algún día! Esta maratón se celebra cada septiembre en Pauillac y es muy conocido porque todos sus participantes, además de ir disfrazados, pueden disfrutar de los productos típicos de la zona, desde ostras a helados pasando por quesos, carne y, sobre todo, vino. Si quieres correrla en 2015, empieza a planearlo ya, que los dorsales se agotan en un pispás.
3.- 100km del Sahara: Correr por el desierto es una experiencia increíble, incomparable (¡y lo digo por experiencia!). Si te apetece enfrentarte a la arena, las dunas y las altas temperaturas pero no te ves preparado/a para afrontar una carrera tan extrema como el Marathon des Sables, los 100kms del Sahara son la mejor forma de tomar contacto con el desierto sin morir en el intento. Dividida en tres días y culminando con un maratón, cuenta con avituallamientos en todas las etapas y un trazado maravilloso por el desierto tunecino. Además, se duerme en tiendas bereber ¡en medio del desierto!
4.- La Transvulcania: Uno de los ultras por excelencia en nuestro país. 73,3 kms de subidas y bajadas por la isla de la Palma que acumulan 8.525 metros de desnivel. Una carrera que debes correr al menos una vez en la vida si te gusta la larga distancia por montaña (¡yo ya estoy inscrita para 2015!). Aunque solo sea por los paisajes increíbles de los que se disfrutan en la carrera merece la pena sufrir unas cuantas horitas. Y además, con suerte, podrás ver a algunas de las grandes estrellas del panorama internacional del trail running.
5.- Vuelta del Último Bucardo: Esta carrera de 23 kms (1.300 m desnivel positivo/ 1.300m negativo) es una joya que se celebra en Linás de Broto, un pueblecito del Pirineo Aragonés. Marcada por la durísima subida al Pilupín (más de 900m en 4 kms), es una carrera muy exigente que permite disfrutar de unas vistas increíbles y de un ambiente maravilloso. Con casi tantos voluntarios como corredores, se celebra en un ambiente súper festivo que culmina con una comilona casera por la que bien merece la pena sufrir 23kms! Una gozada. Yo el año que viene repito, sí o sí.
6.- Los Majors: Por último, y por ello no menos importante, llegamos a la razón por excelencia para viajar y correr: tomar parte en un maratón internacional. Nueva York, Tokyo, Londres, Boston, Berlín y Chicago conforman los seis majors que, si estás bien entrenado y tienes unos cuantos ahorritos, merece la pena correr. Los dorsales vuelan y, en muchas ocasiones se otorgan por sorteo, por lo que una buena idea es empezar a mirar las condiciones de inscripción al menos un año antes y valorar la idea de contratar el viaje a través de un tour operador, que muchas veces son la única forma de tener dorsal asegurado. Y quien dice los seis majors dice París, Florencia, Frankfurt…¡Cualquier gran maratón es una buena excusa para viajar!